El legendario director Roman Polanski presentó su más reciente proyecto Venus in Fur en el Festival de Cannes. La mayoría de los críticos que vieron la película apuntan a una puesta en escena juguetona y medio pervertida del cineasta de origen polaco, además de una gran actuación de su actriz principal, Emmanuelle Seigner, que también es su esposa. La cinta es una adaptación de una obra de teatro y al parecer esa estética se conservó. A continuación un resumen de las reacciones:
Gregorio Belinchón de El País aseguró: “…aunque la película parezca un juego burbujeante, bullicioso y divertido en su capa externa, en su interior contiene todo tipo de lecturas sobre el alma de Polanski, un cineasta que ha sido el mejor retratista del mal en el ser humano. Y aunque él intente dar gato por liebre, parece una reflexión en la vejez de sus relaciones sentimentales y una astuta manera de pedir perdón al sexo femenino o al menos reírse con mucha ambigüedad de su pasado.” El texto, aquí.
Jessica Kiang de The Playlist apuntó: “Seigner es increíblemente buena y se merece todos los grandes elogios que le esperan. Y no hay duda hay ingenio y destreza verbal en pantalla, y una divertida clase de desmontaje/reconstrucción de nuestras ideas preconcebidas a través de la película. Pero bajo una apariencia frágil de ingenio verbal e inteligencia, esta adaptación teatralizada tiene poca información que darnos que no sea la arrogancia sexual de un hombre de edad avanzada, y francamente, no estamos seguros de que nos importa un bledo.” El artículo, acá.
Peter Bradshaw de The Guardian dijo: “Venus In Fur es una juguetona si en ocasiones un torpe jeu d’esprit (juego de espíritu) sobre el tema del juego sexual de roles, los juegos que todos jugamos, la ilusión y la realidad, y la dirección de un acto sexual. Estas dos últimas ideas son sin duda se hicieron más picantes por el hecho de que Polanski está casado con Emmanuelle Seigner, su protagonista femenina. Y el hecho de que el director de ficción denuncia la preocupación actual por el “abuso infantil”, añade otra punzada de fascinación.” La crítica, aquí.
David Rooney de THR escribió: “Una broma dialéctica de subyugación y poder, la objetivación femenina y la emasculante censura, la película debe emocional al público europeo con su traviesa combinación de intelecto y perversión, mientras seducirá a un nicho más reducido en los EU.” La reseña, acá.
