¿Cómo le fue a ‘American Honey’ en Cannes?

La cineasta norteamericana Andrea Arnold puso un pie (ambos, más bien) en la costa francesa para presentar su nueva película, American Honey, en el Festival de Cine de Cannes. La cinta propone un road trip por la Norteamérica profunda, casi rural, filtrada por la mirada de una jovencita. Tuvo buena recepción entre el público y la crítica, veremos si los comentarios se mantienen hasta su estreno en nuestro país. Lean a continuación las primeras opiniones.

Eric Kohn, Indiewire: “Con duración de 142 minutos, el ciclo de búsqueda del personaje principal sufre por redundancias y no logra del todo desarrollar al resto del ensamble actoral. Pero eso mismo habla de las limitaciones de Star para entender su entorno. Cuando la banda irrumpe con canciones de Rihanna (o muchas otras que pululan en el gran soundtrack), American Honey se transforma en una especie de sombrío musical sobre la energía subjetiva que viene con vivir el momento.”

Guy Lodge, Variety: “Aunque resulta excitante como un espectáculo sensorial, American Honey quizá funciona mejor como un satisfactorio y femenino correctivo a la comparable pero inferior Spring Breakers de Harmony Korine, cuyas perspectivas femeninas enmudecen a favor de la figura del mentor gonzo de James Franco. Ese no es un error que Arnold comete aquí. Aunque La Beouf brilla en el papel de un proxeneta, la dinámica no se aleja de Star, la protagonista.”

Alexandre Jourdain, Á voir, Á lire: “El descubrimiento de Andrea Arnold pudiera parecer árido o caricaturesco, pero más que un punto de vista, se trata de la captura de una reacción: aquella de los mismos americanos frente a la pobreza. Es de notar que el único momento en el que los pasajeros de esta road movie no son juzgados bajo el prisma de su capital social es el instante en el que pasan por una calle desfavorecida en la que los padres de los niños son incorregibles toxicómanos.”

Carlos F. Heredero, Caimán, Cuadernos de Cine: “Con un poco más de síntesis, y algo menos de autocomplacencia, American Honey habría resultado mucho más eficaz en su devastador retrato de la América profunda, de sus desgarros, de sus microcosmos amenazadores, de sus hábitats deteriorados, de la disgregación familiar, de las ruinas económicas y morales que conviven con la riqueza exhibicionista de la América blanca y rica en sus reductos de lujo. Protagonizada por un excelente grupo de jóvenes actores no profesionales, reclutados por la cineasta en los más variados ámbitos, la película –de estricta naturaleza conductista y desprovista por completo de consideraciones psicologistas– contiene imágenes poderosas y derrocha energía física y narrativa, pero se estira y se estira sin medida, lo que acaba por perjudicarla y por fatigar inevitablemente la paciencia de sus espectadores.”

Diego Lerer, Otros Cines: “Arnold es una directora muy creativa y lo que generó aquí en cuanto a inmersión en un mundo es admirable. Es una lástima que uno se quede, al menos en principio, con la reiterada monotonía que termina causando su película. Es esperable que, pasados unos días, sean algunos bellos momentos (líricos, musicales, sexuales, pequeños detalles, un cierre a la CASI FAMOSOS) los que permanezcan y no tanto el agotamiento de la experiencia completa e innecesariamente larga.”

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