Si no nos salva el arte, no nos salva nada: Paula Markovitch

En El premio (2011), ópera prima de la guionista Paula Markovitch, CeciPaula Galinelli Hertzog— debe guardar un secreto para que su familia permanezca con vida. De conocerse ese secreto, ella y su madre serían arrestadas por la dictadura para no volver a ver la luz del día. A diferencia de las niñas de su edad, nuestra protagonista carga con un peso que rebasa su capacidad emocional.

La cinta, que llega con 22 copias a las salas de cine del Distrito Federal, obtuvo una cálida recepción en festivales alrededor del mundo y obtuvo varios premios. Destacan un Oso de Plata en la Berlinale 2011 por fotografía y diseño de producción y Mejor Largometraje Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) y en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), respectivamente.

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Foto: Mariana Mier

Butaca Ancha (BA): Como realizadora, como directora, ¿prefieres ganar un premio en un festival o prefieres tener buenos números en taquilla con el público?

Paula Markovitch (PM): —medita su respuesta un momento— Eh… ¿no se pueden los dos? —carcajadas— ¿Hay que elegir una? Chin. Pues en esa situación… Es como ¿a quién quieres más, a tu mamá o a tu papá? No, no, no. Lo importante siempre es hacer una obra con la que uno esté feliz y si uno gana premios o mucha taquilla, significa que demostraste tu visión a otra gente. Entonces siempre es hermoso. A mí me parece que los festivales son muy importantes, porque en ellos se discute de cine, es decir, se discute el arte. Es distinto a ir un domingo al cine a distraerse o a pasar un momento […] hay un diálogo entre las obras. A mí me parece muy sano en el arte, las obras de arte dialogan entre ellas.

Aunque El Premio recrea algunas de las memorias infantiles de la directora, ella asegura que aunque rememora algunos pasajes de su niñez en San Clemente, Argentina, sigue siendo una ficción.

 

Foto: Mariana Mier.

Foto: Mariana Mier.

BA: ¿Sentiste que Paula (Galinelli Hertzog) refleja las memorias de tu niñez que forman parte de la trama de la película?

PM: Yo sentí que Paulita las mejoraba mucho.

BA: ¿Termina siendo mejor que tus recuerdos?

PM: Sí, mucho mejor que mis recuerdos.  Y, por supuesto, como siempre dijimos, está basado en recuerdos pero es ficción.

Marcovitch salió de su ciudad natal a los once años. En la presentación de su cinta ante los medios de comunicación mencionó que al dejar el pueblo le comentó a una de sus amigas que regresaría para escribir un libro sobre su experiencia en el lugar. 20 años después el lugar sirvió como locación para el rodaje, incluso los actores que aparecen a cuadro son oriundos de esa gris playa retratada en los fotogramas del largometraje.

BA: ¿Cómo fue tu niñez en la dictadura?

PM: Ser niño en la dictadura era un poco extraño y contradictorio. Sobre todo porque yo tenía que guardar un secreto muy grande del que dependía la vida de mi familia. O sea, no era un secreto, un secretito. No era que me gustaba un chico en tercero —risas—. No era ese tipo de secretito, era que mi papá tenía un señor escondido y si llegaba alguien a descubrirlo nos mataban a todos. Era un tipo de secreto que no era para un niño.

BA: ¿Te ayudó a madurar de golpe?

PM: Es una responsabilidad que rebasa, es algo de lo que justamente quise hablar en esta obra. La sensación de tener una responsabilidad que rebasa la capacidad de la edad que uno tiene a los ocho años.

Aunque está ambientada en Argentina, El premio es una producción con inversión mexicana, francesa y polaca con un costo aproximado a los 800 mil dólares. Como la mayoría de las cintas nacionales, el filme llega a las salas de cine con retraso y cuando el público que leyó sobre los reconocimientos en festivales quizá haya perdido el interés por verla.

BA: ¿Después de los premios fue difícil encontrar fecha de estreno para la película?

PM: La verdad es que no, el estreno se pospuso un poco por situaciones múltiples. Pero desde que ganamos Morelia (FICM), Canana nos propuso distribuir la película y hay un fondo que se llama Procine (Fondo de Promoción y Desarrollo del Cine en la Ciudad de México) que dio Conaculta para la distribución de cine mexicano y es muy positivo porque eso está permitiendo que el cine mexicano llegue a las salas. Se están estrenando un montón de películas y ojalá que siga habiendo estos fondos porque ayudan mucho a la distribución.

A pesar del largo proceso de producción —unos cinco años en total entre escribir el guión y filmarlo—, Markovitch ya prepara su nuevo material donde volverá a usar sus recuerdos como base para la historia.

Foto: Mariana Mier.

Foto: Mariana Mier.

BA: Sobre tus próximos proyectos, ¿qué tienes en puerta?

PM: Estoy preparando una película que espero filmar este año, ojalá. Se llama Cuadros en la oscuridad y está basada, también, en la vida de mi padre. Se trata sobre el arte. Mi padre fue un pintor que nunca expuso en vida, pero tengo todas sus obras. Estoy trabajando sobre ese incertidumbre, ¿qué es el arte? ¿nos salva o no? Si no nos salva eso no nos salva nada —vuelven las risas—.

Por Rafael Paz (@pazespa)
pazespa@butacaancha.com

Fotografías por Mariana Mier (@marianayayaya)

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