‘Sound City’: el proyecto documental/discográfico de Dave Grohl

Sound City, el proyecto documental (aunque también lo es discográfico) del ex-Nirvana (actualmente Foo Fighter/Crooked Vulture) Dave Grohl, sobre el estudio de música californiano del mismo nombre, es en esencia, y por más de una cuestión, un testimonio de la ya bien conocida batalla entre lo digital y lo análogo, lo tradicional y las nuevas tecnologías, y el estado actual de las industrias cinematográfica y musical.

Es un caso interesante. Veamos: la forma en como se está distribuyendo el documental es sin duda vil prueba de lo que ya sabíamos: cada vez es más difícil para un proyecto independiente llegar a las salas de cine en su país de origen (sin mencionar el resto del mundo), sin importar que nombres como los de Paul McCartney sean parte de él. Para la fortuna de Dave Grohl y compañía, quienes estrenaron la cinta en enero pasado en el festival de Sundance, las nuevas tecnologías hacen posible que desde el 1 de febrero cualquier persona, con Internet y dispuesta a pagar $10 dólares, pueda verlo en línea o descargarlo.

Entonces lo curioso es que muchos de nosotros estamos usando una computadora, a falta de una sala de cine, para ver un documental que precisamente habla de cómo lo digital destruyó lo que todos los involucrados amaban y, por otra parte, que trata de volver a las raíces de lo análogo mediante la creación de un álbum. Sí, Sound City no sólo nos cuenta la historia de dicho estudio, sino también la del proyecto de Grohl, quien hace algunos años adquirió la consola legendaria de Sound City (Neve), con la que se grabaron clásicos de Fleetwood Mac, Neil Young, Dio, entre muchos otros, y decidió utilizarla para un nuevo proyecto discográfico.

Algunos elementos de Sound City podrán ser fácilmente criticados, pero al final del día resulta ser un documental obligado para cualquier fanático del rock n’ roll, persona que aspira a ser músico, o que quiera aprender más sobre producción y básicamente todo lo relacionado con este negocio. Empezaré por esas cosas criticables, que la verdad son pocas y todas tienen que ver con Grohl. A pesar de que me simpatiza este personaje, y en principio me agradó su incursión como director (también dirigió un video de Soundgarden), terminé pensando que alguien más debió tomar las decisiones, simplemente para que Grohl no pareciera estar haciendo un constante tributo a sí mismo y a Nirvana.

Y es que Nirvana y su álbum por excelencia Nevermind (1991) son parte vital en la historia de Sound City (prácticamente lo salvaron de la quiebra) y era imposible no hacer énfasis en ese capítulo. Además, el documental termina siendo un vistazo al más reciente proyecto musical de Grohl; resulta bastante interesante ver a músicos del calibre de McCartney y Josh Homme (líder de Queens of the Stone Age) en su proceso de composición y grabación (que en este caso es básicamente uno solo, ya que todo parte de sesiones de improvisación), pero si no simpatizas con Dave terminarás cansado de verlo en pantalla (si no es que ya lo estabas gracias a su constante presencia en el medio).

Al mismo tiempo, y en lo personal, es siempre admirable cuando un fan cumple un sueño y gasta su dinero en cosas que valen la pena. Hace algún tiempo Quentin Tarantino compró el cine al que iba de joven y dijo que “mientras esté vivo, y mientras sea rico, el New Beverly Cinema estará ahí, mostrando double features en 35 milímetros”. Si bien Grohl no compró Sound City, tras su debacle gracias al Pro Tools (el estudio cerró sus puertas en 2011), sí le está dando nueva presencia en el ahora mundo digital.

Sound City es un documental profesional en todo el sentido de la palabra. Su estructura podrá no ser la mejor (con la segunda parte se pierde el ritmo), pero visualmente es más que atractivo y el manejo de fotos, con las portadas de los álbumes, así como el uso de la música y algunos detalles (poner subtítulos para mostrar lo que alguien está pensando, al más puro estilo de Woody Allen en Annie Hall) son los aspectos positivos e indican que cuando se lo propone, Grohl puede contar de buena forma una historia.

La historia de Sound City es esa de un estudio que sin el más mínimo lujo, y con mucha suciedad, cerveza, una consola única y un gran drum sound, terminó contando con la presencia de verdaderas leyendas de los 70, 80, 90  y de la década pasada. Fleetwood Mac, y su relación con Buckingham Nicks (Lindsey Buckingham y Stevie Nicks), Rick Springfield y Tom Petty son los protagonistas aquí.

Las diversas entrevistas nos traen historias que siempre son entretenidas. Algunas recuerdan encuentros de leyenda entre Petty, Carl Perkins y John Fogerty, otras joyas son las grabaciones originales; ver, por ejemplo, a un joven Petty en el estudio, al payaso de Slipknot sin maquillaje pero con su inconfundible estilo, a Rage Against the Machine en plena grabación de su clásico ‘Killing in the Name’, o a Johnny Cash y su versión de ‘Rusty Cage’ (original de Soundgarden). Está de más decir que todo esto es un verdadero manjar para quien guste del rock n’ roll.

Por Eric Ortiz (@ElMachoBionico)
Texto originalmente publicado en RadioTonica y reeditado para el especial de Butaca Ancha

    Related Posts

    Sam Smith cantará el tema de ‘Spectre’
    Ambulante | ‘A Hard Day’s Night’: El clasicismo del pop
    Soundtrack ‘Sound City’: el documental de Dave Grohl no se quedó corto de leyendas
    ¡¿Qué?! ¡¿Esa momia no es Paul McCartney?!
    Dave Grohl debutará como director con ‘Sound City’
    Tenacious D está de regreso

    Leave a Reply