El arribo de El renacido a la cartelera mexicana ha significado un hito para la carrera de Alejandro González Iñárritu. No sólo porque algunas secuencias fueron filmadas en territorio mexicano o porque se trate del filme más taquillero del director en nuestro país hasta la fecha, sino por la nostalgia que significa atestiguar el triunfo de Iñárritu como cineasta consagrado tras estrenar una superproducción que suena fuerte para triunfar en los Oscares, cuando casi una década atrás nuestro país fue la plataforma de su talento dándolo a conocer ante el mundo con Amores perros.
A unos cuantos días del estreno de dicha película en el tierras mexicanas, tanto el director como el protagonistas de la cinta se dieron cita con la prensa mexicana para conversar sobre los retos y la satisfacciones que significó para ellos filmar The Revenant. “Es un gusto estar de regreso en la Ciudad de México,” empezó comentando Leonardo DiCaprio recordando su estancia en DF cuando filmó Romeo +Julieta hace casi 20 años.
Posteriormente, compartió las razones por las que decidió hacer equipo con Iñárritu para rodar esta odisea: “Uno no sólo busca trabajar con alguien porque tenga un Oscar en la mano, sino porque quieres trabajar con un artista fantástico, creo que Alejandro es uno de los más grandes y rompedores directores del cine moderno. Creo que las siguientes generaciones hablarán de su cine y queríamos sumergirnos en una aventura en la que el director te introdujera en otro ambiente; en un mundo salvaje y creo que Alejandro lo logra a la perfección en esta película.”
“Las nominaciones que ha recibido El renacido son toda una satisfacción para mí porque representa el reconocimiento de mis pares o mis colegas,” admitió Iñárritu, “es el resultado de un trabajo en equipo, más allá de que nos alcemos con el premio o no, creo que la película ya ganó por la forma en que la ha recibido la gente, que es para mí como un abrazo de calor que yo recibo con mucho gusto.”
“Creo que lo que han hecho tanto Alejandro como “El Chivo” (Emmanuel Lubezki) en esta película es algo que va más allá de las palabras,” se permitió reconocer DiCaprio a sus colegas. “Independientemente de lo que pase con la película en cuestiones de premios, los grandes filmes no se discuten por los premios que ganaron, sino por la contribución que hacen al mundo del arte”.
Lo desafiante que fue filmar a bajas temperaturas y en condiciones extremas desafiando a la naturaleza también fue discutido, “esta película fue como entrar en contacto con la naturaleza, una aventura en que la naturaleza se comunicaba con nosotros como cineastas,” confesó Leonardo. “Lo que quiere la audiencia es autenticidad, yo también quiero eso cuando veo una película, las condiciones extremas fueron necesarias para hacer que este filme fuera la obra de arte que es. Como actor quieres estar rodeado de un mundo visceralmente real independientemente de lo que te demande hacer una película como ésta y Alejandro evaluaba microscópicamente todo lo que quería capturar en cada toma, el peor escenario hubiera sido trabajar en condiciones tan extremas con un director que no cuida ni se preocupa por lo que sucede en pantalla.”
“Las mejores películas son las que tienen tantos finales como audiencia en un teatro,” comentó Iñárritu acerca de las interpretaciones que se le pueden dar a la película. Tanto Leonardo como Alejandro concluyeron diciéndose satisfechos por la huella que ha dejado este filme no sólo en la memoria de la audiencia, sino en la historia del séptimo arte.
Por Víctor López Velarde Santibáñez (@VictorVSant)
Foto: twitter.com/FoxMexico
