Un blockbuster usualmente funciona mejor cuando encuentra un punto de inflexión en su contexto temporal y (de manera voluntaria o quizá involuntaria) se permite tocar temas relevantes para sus tiempos de manera sutil o abiertamente explícita. De la Guerra Fría en La Guerra de las Galaxias (1977), a los movimientos de resistencia social y política contemporánea en la trilogía de El Caballero de la Noche (2005-2012). Los tiempos permean la manera en la que percibimos los grandes espectáculos, y es ese probablemente el aspecto más llamativo de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, la nueva cinta del británico David Yates que se desprende del mundo de la híper popular saga literaria y fílmica de Harry Potter (2001-2011).
Elenco original de Harry Potter. Con Vicky Ruffo en el papel de Harry.
Tomando como punto de partida las aventuras del escritor Newt Scamander (Eddie Redmayne), una especie de zoólogo o taxónomo del mundo mágico, que llega a la Nueva York de los años 30 con una maleta llena de criaturas mágicas, coincidiendo con la aparición de una extraña fuerza oscura que habrá de poner en riesgo a la comunidad secreta de magos y brujos de Estados Unidos (no, no hablamos de Los Lakers ni de los Clinton). Yates, responsable de las últimas cuatro entregas de la saga de Harry Potter, pone énfasis en la caza de brujas (literal) que se da por parte de una organización de orden puritana comandada por Mary Lou (la gran Samantha Morton), ella quiere regresar los días de Salem ante una minoría que percibe como una amenaza, mientras que un poderoso y temible mago aterroriza Europa con su poder.
Yates usa estos mensajes de miedo y oscuridad, relevantes para nuestros tiempos al igual que hace 80 años, como sombrío telón de fondo de un ágil y fresco relato que se adhiere a los esquemas de la franquicia de Harry Potter (triada protagonista, escarceos románticos “tiernos”, humor inofensivo, elfos malhumorados, sacudidas de varitas), pero logra crear personajes y un mundo particularmente distintivo, que sólo toca de manera incidental su punto de origen, evadiendo todo asomo de gratuito fan service a diferencia de El despertar de la fuerza (2015) y Mundo Jurásico (2015).
Haciendo contrapeso al usual barroquismo digital de los efectos CGI, Yates crea un meticulosamente fino Nueva York post-Gran Depresión así como un mundo de burocracia mágica que remite a una serie de hitos culturales: Kafka, el Art Decó y Ciudadano Kane (1941) hasta el King Kong de Peter Jackson, suavemente coloreado por la lente del cinefotógrafo francés Philippe Rousselot.
De su sólido ensamble actoral, quizá Eddie Redmayne sea el eslabón más débil, por momentos parece seguir afectado por los pesados manierismos de su insoportable Lilly de La chica danesa (2014). Al mismo tiempo, Katherine Waterston con firme dulzura se convierte en el alma de la cinta junto a los noveles Dan Fogler y Alison Sudol, quienes viven un azucarado romance como Kowalski y Queenie. Animales fantásticos y dónde encontrarlos es una sólida e inteligente pieza artesanal de entretenimiento que supera con creces cualquier entrega del maguito de la cicatriz. Una cinta de oscura nobleza pertinente a nuestros turbulentos tiempos, en los que lo fantástico también yace ya subterráneo.
Por JJ Negrete (@jjnegretec)
