Como si hubiera una maldición o una sentencia para los londinenses famosos de 69 años, esta semana se llevó, primero, al genio del pop David Bowie, y ahora amanecimos con la noticia de que falleció el extraordinario actor Alan Rickman. El cáncer nos lo arrebató.
Los fans de Harry Potter lo recordarán como el profesor Snape que acompañó al joven aprendiz de magia en sus aventuras en la pantalla, mientras que los admiradores del cine de acción y de uno de sus hitos, Duro de matar (Die Hard, 1988), reconocerán en su fotografía a uno de los grandes villanos de todos los tiempos: Hans Gruber.
Honrado por los BAFTA, los Globos de Oro y los Emmy, Rickman fue ignorado por la Academia per eso no evitó que tuviera una carrera plena y exitosa, abundante en reconocimiento de la crítica, pero sobre todo de sus admiradores que hoy están enlutados por él alrededor del mundo. Descanse en paz, Alan Rickman.
