‘Animal House’: La peor fraternidad de la historia

Faber College, 1962: bienvenidos a este colegio americano, donde ingresar a una fraternidad y conseguir a una chica lo es, simplemente, todo. Animal House (National Lampoon’s Animal House, 1978), tercer largometraje de John Landis, es la película colegial por excelencia. Una locura en todo el sentido de la palabra, donde todos, incluso los inadaptados, están invitados a divertirse como nunca lo volverán a hacer en sus vidas. Landis introduce a sus protagonistas como los clásicos jóvenes rechazados por la sociedad universitaria (las fraternidades), aunque en realidad los personajes centrales de Animal House son muchos, cada uno con momentos importantes e hilarantes que ofrecer.

Aunque es verdad que la película se construye en base a dos jóvenes, uno pequeño y el otro gordo, como son inmediatamente bautizados por la típica rubia de universidad americana. Larry (el pequeño) y Kent (el gordinflón) son tratados con hostilidad desde los primeros minutos de la cinta. La fraternidad Omega, a la que pretenden ingresar, les abre las puertas pero sólo a medias (literalmente con Kent, en el primer gran gag). Los populares no pueden mostrarse como intolerantes, esto es algo inaceptable para ellos, aunque obviamente toda su buena intención es sólo una fachada. Y es así como nos encontramos con los precursores de personajes como los de Michael Cera y Jonah Hill en Superbad (o Supercool, Greg Mottola, 2007): la pareja de amigos que es tratada por igual (el gordo siempre tiene más problemas), y que son vírgenes en busca de diversión y aceptación.

Para la buena (o mala) suerte de Larry y Kent, en el colegio Faber existe una muy peculiar fraternidad, donde todos son bienvenidos… bueno, casi todos. Como su título lo indica, Animal House no se trata de la vida  universitaria de algún personaje en específico. No, esta película se trata de una casa llena de animales, que mean y beben cerveza mientras dicen “hola”. Landis nos indica que no está interesado en crear una película con moral, o donde los inadaptados provoquen que los populares dejen de ser hostiles, con una lección de vida valiosa de por medio. La fraternidad que acepta a Larry y Kent, de nombre Delta Fraternity, lo hace no sin antes burlarse a más no poder de la gordura de Kent.

En la escena clave inicial, uno de los importantes de la fraternidad Delta (Eric, mejor conocido como ‘la nutria’) trata de defender a Larry con un discurso al más puro estilo Hollywood: “Todos fuimos estudiantes de primer año alguna vez. Es un perdedor pero no lo molesten”, etc. Y aquí mismo nos damos cuenta de la única intención de Landis, ya que los demás miembros de Delta le avientan de todo a ‘la nutria’, prácticamente diciéndole que se deje de payasadas. Lo importante y genial es que en la secuencia posterior encontramos a Larry, Kent y los demás novatos siendo aceptados, bautizados de nuevo (ahora como Pinto y Flounder) e invitados a la fiesta permanente que es la fraternidad Delta. Animal House no pretende analizar cómo piensan los universitarios, simplemente nos pone el siguiente escenario: Delta está en la mira del decano, quien quiere ponerle fin a ésta, “la peor fraternidad del colegio”.

AH2

El gran John Belushi interpreta al desmadroso por excelencia. Muchas de las aventuras en el filme lo tienen a él como protagonista. Sin duda llama la atención desde que lo vemos por primera vez, y una vez vista Animal House la canción Louie, Louie siempre te recordará a Belushi. Como dije, existen varias aventuras durante las casi dos horas de duración. Por momentos parece que no hay un trama clara, y ese es el objetivo, poder pasar de una pelea de comida a la rendición definitiva en cine de la canción Shout (original de los Isley Brothers) en cuestión de minutos.

La música en Animal House, como ven, es bastante importante y memorable. La influencia ha llegado hasta los Wedding Crashers (David Dobkin, 2005), donde Shout se hace presente, pasando por Quentin Tarantino, quien quiero suponer se refiere a su colega M. Night Shyamalan como M. Night ‘Shama Lama Ding Dong’ tras la canción Shama Lama Ding Dong que aparece en Animal House.

Algunos episodios de la película se enfocan en personajes pequeños pero también hilarantes. Tenemos por ejemplo el seguimiento al único profesor que aparece en este universo colegial. ¿Cómo es representado este maestro? Como un hippie con deseos de ser escritor, fanático de la mariguana, que se aburre con los autores que enseña en su clase. Otros momentos son muy familiares, como el secuestro de la mascota (en este caso no es la mascota, pero sí un animal querido por una figura de autoridad), o los encuentros entre chicos y chicas. Belushi se roba gran parte del filme, mientras espía a las mujeres y le destruye su guitarra acústica a un cantante romántico.

Algo que es bastante atractivo es que los jóvenes que suponíamos eran más figuras de autoridad, como ‘la nutria’, resultan ser más divertidos y agradables que los mismos Larry y Kent. Sobre todo ‘la nutria’ siempre nos trae risas, dejándose consentir por mujeres de cualquier edad. En conjunto, la fraternidad de Animal House es de las más unidas que he visto en el cine, digamos que no hay mucha diferencia entre los nerds y los jefes. Landis aprovecha al máximo esto para crear uno de los finales más satisfactorios, donde ya da muestras de lo que vendría después con The Blues Brothers (1980).

La casa de animales es la clase de anarquía por excelencia.

Por Eric Ortiz (@ElMachoBionico)

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