‘Flawless’: Una historia discriminadamente humana

La película Nadie es perfecto (Flawless, 1999) protagonizada por dos grandes de la actuación, Robert de Niro y Philip Seymour Hoffman, retrata la historia de Walter Koontz (De Niro), un policía retirado que se destaca por ser un macho en potencia, bailarín de tango que busca a una prostituta como dama de compañía y que además es homofóbico. Es considerado un héroe por sus antiguos compañeros, ya que posee reconocimientos por su valor y heroísmo como policía. Por otro lado tenemos a “La señorita Rusty” (Hoffman), quien se describe a sí mismo como una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Él es todo un artista travesti, cantante y alguien cuyo mayor sueño es someterse a una operación y a un tratamiento de hormonas para convertirse en una mujer completa. La amistad surge entre estos dos personajes cuando el conocido de una de las inquilinas llamada Amber roba dinero a un mafioso. Éste se esconde en el departamento de dicha mujer y es encontrado; por ello, Amber es asesinada.

Walter, al tratar de evitar este incidente, sufre una embolia que inmoviliza el lado derecho de su cuerpo, motivo por el cual entra en un proceso de recuperación a través de la fisioterapia y el canto. Esta última actividad es recomendada por su terapeuta, haciendo énfasis en que por lo menos así podrá tener sexo por teléfono. Walter sigue el consejo y acude a Rusty para que le imparta clases de canto a cambio de dinero; éste se niega con una frase rotunda: “…prefiero chuparle el pito a Hitler” y le cierra la puerta en la cara. Rusty actúa de esta forma, ya que siempre fue discriminado por Walter debido a su homosexualidad. Enseguida, Rusty se disculpa y accede porque necesita el dinero y cita a Walter en su departamento al día siguiente.

En una de las clases de canto, Walter y Rusty son abruptamente interrumpidos por las “amigas” de Rusty, ya que deciden pasar a visitarlo, lo cual incomoda a Walter, ya que una de ellas, de nombre Cha cha, lo apoda Señor Mi pie izquierdo (haciendo referencia a la película) y Rusty corre a sus “amigas” para no ser interrumpidos.

Conforme va pasando el tiempo, Walter y Rusty van adquiriendo confianza uno en el otro y comienzan a preguntar sobre sus vidas. Lo primero que Walter le pregunta a Rusty es: “¿Desde cuándo haces esto?” (refiriéndose a su homosexualidad) y Rusty le responde que desde que hacía obras teatrales en la escuela sentía que le daban papeles equivocados y que fue la reina de la nieve más endemoniadamente maravillosa interpretada en una de esas obras.  Más adelante Walter le confiesa a Rusty que fue abandonado por su esposa, una bailarina que se enamoró de un hombre que le hizo un tatuaje.

Pronto descubren que a pesar de ser aparentemente tan diferentes, tienen  conflictos muy similares: ambos sufren discriminación. Walter, por su condición física, y Rusty debido a su homosexualidad; ambos pagan por sexo. Walter le paga a una prostituta y Rusty le da dinero a su pareja cada vez que va a visitarlo. Ambos tienen aspiraciones, Walter quiere recuperarse de la embolia para llevar una vida normal y Rusty quiere tener dinero suficiente para ser una mujer por completo. Y algo que es sumamente importante es que no se compadecen el uno del otro. La amistad entre ellos se hace aun más fuerte cuando muere la madre de Rusty. En la conversación que tiene con Walter refleja la pareja disfuncional que eran sus padres al expresar: “Mi padre la mató hace mucho tiempo, sólo que hoy la enterramos… ella era una víctima. La alcohólica reformada de rodillas en el templo, suplicando, ya sabes, a Jesús, María y José y a todos los malditos santos del cielo para que la perdonaran por haber dado a luz a Cruela de Marica. Fue esclava de mi padre hasta que él murió”.

Esta película, más allá de mostrar la vida de “las locas”, como se les llama constantemente en esta cinta, refleja la realidad de una sociedad cruel que se discrimina y ataca constantemente, ya sea por estafas, por la preferencia sexual o por distintas condiciones físicas. Es una lucha constante de supervivencia por defender la identidad y condición humana. Incluso muestra de forma descarnada cómo existe más discriminación entre los homosexuales, los cuales se unen para defender su condición homosexual, pero cuando se trata de demostrar quién es la más bella o quién es más mujer se insultan despiadadamente.

Asimismo, esta historia nos hace reflexionar sobre el valor de la amistad, de la condición humana y sobre todo nos enseña que todos necesitamos de todos y la mejor ayuda la encuentras donde menos te imaginas, así como el amor verdadero y a las personas que realmente vale la pena conservar. Nos muestra un mundo movido por la apariencia y la hipocresía en el que el valor de una persona se mide a través de ¿cuánto tienes, cuánto vales?

A pesar de mostrar a varios travestis, me parece que no muestra la homosexualidad con morbo ni tiene escenas sexuales explícitas; incluso los personajes resultan agradables. Me parece plausible la osadía del director Joel Shumacher al llevar a la pantalla esta cinta en el año 1999. Del mismo modo, me parece excelente la actuación de Philip Seymour Hoffman, demostrando una vez más la capacidad histriónica que tenía para realizar cualquier personaje que interpretara, haciendo una excelente mancuerna con Robert De Niro. Ambos logran conmover al público y muestran a través de sus personajes que sin lugar a dudas Nadie es perfecto.

Por Magdalena Cristina Ortiz Vargas

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