‘Emoji: la película’ y la muerte de la palabra

Cuando la división animada de Sony Pictures anunció que se haría una película sobre emojis, el mundo anticipaba un desastre a nivel fílmico, un vulgar y cínico ejercicio de branding en el que el ingenio y la creatividad responden servilmente a una manera fácil de ganar dinero aprovechando el auge de los lenguajes digitales y la revolución tecnológica de la comunicación. TODOS TENÍAN RAZÓN. Emoji: la película (The Emoji Movie, 2017) es un descarado spot de una hora y veinte minutos sobre “la vida secreta de tu smartphone”.

¿De qué trata? Resulta que el emoji que expresa meh (indiferencia, apatía) tiene un “defecto” que lo hace ser capaz de expresar cualquier emoción excepto la mentada apatía que es la única que debe ejecutar para ser parte del tablero central donde están todos los emojis del celular de un muchacho de 14 años, esperando pacientemente ser escaneados para ser parte de la conversación. El problema viene cuando este emoji tiene una crisis nerviosa y debe ser eliminado para evitar que el celular sea botado a la basura y el universo de las apps desaparezca. Imaginen Toy Story contada por el Werevertumorro y auspiciada por Trix, Sprite o Doritos.

Siguiendo la premisa inicial de este desalmado ejercicio de vacío y horror, que plantea la muerte de las palabras, usaremos emojis que expresan ideas con mejor elocuencia que largos enunciados la reacción suscitada a lo que sucede en la película.

Screen Shot 2017-08-04 at 10.14.19 AM– El padre del protagonista habla con un pronunciado acento tabasqueño.

– Se usan libremente expresiones como gue, cainal, brodi.

– Las letras usan bastones y vociferan contra los jovenes emojis.

Una foto de París en Instagram es el escenario para el reencuentro amoroso de dos emojis con conflictos maritales.

– La clave para descifrar la contraseña de dropbox es la canción Diamonds de Rihanna.

– El pajarito de Twitter es el deus ex machina de la película.

Screen Shot 2017-08-04 at 10.14.11 AM– Está pensada para “chavos” de 12 a 18 cuando la única audiencia remotamente interesada tiene menos de 6 años.

– Cada app es un mundo diferente y en la que se pasan más tiempo es en la de Candy Crush.

– Los trolls de internet son mórbidamente obesos, de piel cacariza y hablan con un marcado acento tepiteño.

– El emoji haciendo Hi5 es el coprotagonista frustrado por que ya nadie lo usa.

Spotify es el gran héroe de la historia.

Screen Shot 2017-08-04 at 10.14.04 AMAndrea Legarreta y sus hijas participan en el doblaje.

*Hay un emoji que es una hacker de piel morenita para que no haya eso tan feo de la discriminación.

*El personaje de la popo habla con acento argentino.

*La película insinúa que los emojis tienen el mismo valor cultural que los jeroglíficos egipcios.

*Los emojis bailan en Just Dance canciones de George Michael.

*Es como Pixar, lo mismo pero más barato.

Screen Shot 2017-08-04 at 10.13.56 AMSony ya anunció más películas basadas en apps, incluyendo el glorioso debut de la película de los memes.

– Nunca se explica cómo es que los emojis pueden tener hijos. ¡Hasta la popo tiene uno!

– Hay gente que en verdad pagará para verla.

– ”Las palabras son para perdedores”.

emoji2Por JJ Negrete (@jjnegretec)

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