Cuando uno tiene especial afecto a la música de Antony and the Johnsons es porque ha conocido la historia personal de su mente maestra y las dificultades que ha experimentado a lo largo de su desarrollo como persona creativa y genio musical. Esa historia de Antony Hegarty se basa, principalmente, en lo complicado que resulta descubrir a cierta edad que la predisposición sexual con la que se ha nacido no es precisamente la deseada, crecer en un entorno en donde aquel arreglo de preferencia de género existe de antaño y madurar frustrado por el simple hecho de encontrarse en una situación similar. La historia de Antony Hegarty es triste, como la de millones ahí afuera, pero su voz es la más poderosa que se tiene actualmente y por supuesto que es imprescindible escucharla cada vez que habla con fuerza.
Y el último grito de atención es precisamente Turning, un documental creado a partir de la filmación de su última gira en donde se muestra una actuación enteramente diferente a las anteriores y con un propósito en mente claro para todos los involucrados: mostrar las dificultades para el desarrollo pleno de una persona con inclinaciones sexuales diferentes a las establecidas por una sociedad que se contradice en su día a día, específicamente en el contexto de las peripecias de ser mujer.
El objetivo de la gira, puntualmente capturada por Charles Atlas y Hegarty en conjunto, es hacer todavía más poderosa aquella voz femenina que empezó no siéndolo tanto, pero que terminó por triunfar. La historia contada en Turning es el reflejo y variaciones de la que Hegarty ha predicado hace años y lo hace de una forma particularmente conmovedora.
La estructura de la presentación es sencilla, pero incisiva a los ojos de las personas que acudieron a presenciarla. El grupo reunió a varias mujeres con historias difíciles detrás de su papel femenino para que posaran mientras interpretaban canciones emblemáticas de su catálogo; canciones que cualquier seguidor continúo del grupo agradecería. Porque la selección es casi impecable y por sí sola enuncia una fábula imaginaria que es más real de lo que se pudiera pensar. La representación real de aquellas mujeres dota al espectáculo de un dramatismo todavía más veraz que el que la bellísima voz de Hegarty imprime en cada una de las canciones. Una perfecta combinación entre el amargo de las anécdotas, el oscuro de la música que las acompaña y el trabajo morboso del espectador al conjuntarlas.
La cinta se encuentra en el punto medio entre un documental y una película concierto. Su manufactura se intersecta en esas dos líneas y vive ahí como si no terminara nunca de decidir en cuál es mejor. Ambas lo son. Los cortes que el director hace son meticulosamente planeados para tocar fibras del espectador y las mujeres –en su mayoría transexuales– traen consigo declaraciones que encajan de manera casi natural con la melodía que les acompaña. La definición ‘transexual manifesto’ es acuñada por Le Monde para el Hegarty al que se hace alusión dentro de la película en donde el autor intelectual defiende su trasfondo personal a partir del de varios –o varias– más que lo comparten. Antony es el gran transexual y el resto hace lo propio para darle fuerza y corazón.
Y al final del día lo logran. La película abre con Everything Is New mientras que visualmente se asoma lo que vendrá el resto de la hora y poco más de duración. En su desarrollo, aparecen canciones como For Today I Am A Boy, One Dove o Kiss My Name creando momentos épicos si se ve desde una perspectiva de interpretación viva por parte de uno de los mejores grupos que tenemos actualmente. El final es enmarcado por Hope There’s Someone que cierra con precisión el círculo de intenciones del experimento fílmico realizado con anterioridad. Se puede resolver fácilmente cuando todo inicia con un Everything Is New y termina con un Hope There’s Someone. Turning no es más que la ejecución visual de un manifiesto que Antony And The Johnsons ha construido desde el inicio de su trágica narrativa. Todo es nuevo para el que no lo ha experimentado del todo y ellos estarán siempre ahí para ayudar a entender todo un poco mejor.
Por Joan Escutia (@JoanTDO)
