El periodista Carlos Loret de Mola, narrador y codirector del documental ¡De Panzazo!, dijo que es un filme que busca sacudir conciencias acerca del problema educativo en México.
La película, dirigida por Juan Carlos Rulfo, llegará el próximo 24 de febrero a más de 200 salas en 18 ciudades de la República Mexicana, y luego será reprogramada en otras partes del país.
En entrevista con Notimex, cuestionado acerca de qué tantas expectativas tiene de que logren su objetivo tras la exhibición de la película, el comunicador reconoció que es difícil saberlo.
“Me encantaría tener un pronóstico aproximado, pero esa misma inquietud la tenemos todos aquellos que estamos detrás de ¡De Panzazo!“, aseveró.
Loret de Mola señaló que le encantaría que dentro de un año en las encuestas sobre cuál consideran que es el principal problema de México, así como se habla de economía y desempleo, se dijera también lo es la educación, y que “cobremos conciencia como sociedad que cargamos ese problema”.
Destacó que el espectador encontrará en el filme cifras que reflejan un grave asunto, que revelan una muy mala educación a la que hay que hacerle frente.
“No es posible que después de nueve años de ir a la escuela, al terminar la secundaria, siete de cada 10 alumnos no sepan hacer las operaciones matemáticas básicas y tampoco entiendan lo que leen”, expresó.
Explicó que en la investigación que se refleja en la película, se verá a un sector de la población que hace un esfuerzo por pagar las colegiaturas, sin estar enterada, que según “encuestas internacionales, tanto las escuelas públicas como privadas ofrecen una mala educación”.
“Me parece que en ese sentido el documental busca sacudirnos y aunque se trata de un filme entretenido, con situaciones, a propósito, para que se riera, no deja de exhibir el drama del problema, pero tampoco es para tirarse a la depresión”, dijo el titular de “Primero Noticias”.
Comentó que la película se plantea soluciones concretas y termina con un discurso que invita a la acción social, a participar desde la escuela y en la casa, se convoca a los padres a colaborar para mejorar la situación del país.
“Convoca también a meterle presión a los sindicatos, a los gobiernos, que son en mayor medida los que pueden incidir en mejorar la educación en México”, añadió.
Sobre si se considera un agente de cambio social en México, de inmediato atajó la pregunta al contestar que él es solamente un reportero, “y con eso me conformo, me parece que hago suficiente”.
“Considero que los periodistas tenemos una tarea frente a la sociedad para exponer la verdad sobre los acontecimientos que se presenten día a día”, agregó.
En este caso, añadió que trata de aprovechar el morbo que pueda generar en la audiencia el nombre de Carlos Loret de Mola, “cuando la gente diga: !Ah este cuate sale en la televisión¡ y se pregunte: ¿Ahora qué anda haciendo en el cine?”.
“Ciertamente es aprovechar la exposición que te da un medio de comunicación y que la gente se interese en un asunto en particular. Sin embargo, mi labor en el documental es más de reportero que de cineasta”, señaló.
Sobre si trató de seguir el ejemplo del estadunidense, Michael Moore, respondió que no le parece una comparación “ofensiva”, porque es partidario de la efectividad del polémico documentalista cuando hace sus trabajos.
Agregó que incluso en ¡De panzazo! hay algunas cosas que están inspiradas en la manera de filmar del documentalista.
“Cuando yo escribí esas cosas, para plasmarlas en nuestro guión, lo hice siguiendo la pauta de lo que realizó en un documental británico titulado La verdad incómoda, lo hago también siguiendo cómo realizó las cosas en el documental sobre las armas, titulado, Masacre en Columbine“.
Añadió que la parte final del documental que codirigió al lado de Juan Carlos Rulfo, está inspirada en lo que hizo Al Gore en un filme sobre el cambio climático.
Loret de Mola reveló que le interesó hacer un documental, al ver a sus compañeros, corresponsales de guerra, que para sus respectivos países, además de hacer su chamba informativa del diario, documentaban otros problemas.
“Me daba envidia lo que hacían y me daban ganas de hacer lo mismo, pero cuando me proponen realizar los reportajes acerca de la educación es cuando yo le planteo a Mexicanos Primero y más tarde a Juan Carlos Rulfo que mejor hiciéramos un documental sobre la educación en México”, dijo.
Les comenté que hacer los reportajes como ellos se lo proponían se iban a perder entre la mar de información de descabezados, de índices económicos, los acontecimientos en Siria y en Egipto, y que lo mejor era hacer una película, “entonces, para nada me ofende que digan que sigo el ejemplo de Michael Moore“.
Al insistirle sobre qué otras razones de fondo había en su participación en el documental, comentó que ante todo las primeras razones que expuso, es que después de nueve años, al salir de la secundaria, siete de cada 10 alumnos no supieran hacer operaciones básicas de matemáticas y tampoco saber qué leían.
Otra razón, añadió, fue ver cómo en otros sistemas educativos exitosos como el coreano, el finlandés y el noruego fueron los padres de familia los que impulsaron el cambio.
“En el momento en que se metieron a las escuelas y dejaron de pensar que todas ellas eran enormes guarderías nacionales, conjuntamente con los maestros provocaron un gran detonante que reactivó el modelo económico y sus economías”, destacó.
La tercera razón, dijo Loret de Mola, “es que aún cuando Elba Esther Gordillo siga siendo la dueña de la educación en México y la Coordinadora Nacional de Maestros, repercute en el proceso, y que los gobiernos sigan actuando como hasta ahora y coludidos y la sociedad ayude a combatirlos y mejorar su entorno, se dará ese cambio”.
Comentó entonces que el camino del reportero que busca saber cuántos maestros tiene México, cómo se expone en la película, a él le hizo bastante creativo, “que la gente vea como te traen de un lado para otro y que te mandan a volar, me pareció divertido”.
Añadió que incluso en los lugares en los que se ha proyectado el documental (la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) se ríen de él, pero “no hay bronca”, comentó.
Dijo que han programado funciones con medios solamente y grupos de enfoque para ver cómo reaccionan, “la primera vez lo proyectamos en el Festival Internacional de Cine de Morelia”.
Finalmente, se le informó que a Alejandro Ramírez Magaña, director general de Cinépolis, se le calificó como el “gran defensor” de Presunto culpable, y que si a él se le denominara como el “gran defensor” de ¡De panzazo!, cómo reaccionaria, dijo: “Es nuestra película ni modo que no la defienda”.
