La más reciente entrega del Ariel dejó a El Premio de Paula Markovitch con 4 galardones, incluyendo el de Mejor Película. El reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas ha tenido sus altas y sus bajas, quizá más de las segundas. Con eso en mente, nuestro colaborador JJ Negrete recomienda estas 5 películas que se han hecho acreedoras al máximo reconocimiento de la AMACC y que vale la pena revisar por su valor histórico o social. ¿Cuáles son las de ustedes?

Una Famila de Tantas– Ariel de Oro de 1950

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Dentro de las primeras ganadoras del Premio Ariel, se encuentran varios trabajos del laureado exmilitar y paisajista rural Emilio “El Indio” Fernández como Enamorada (1947), pero este drama familiar encabezado por el patriarca por antonomasia, Fernando Soler, retrata toda una época del cine mexicano que comenzaba a ver fracturadas sus grandes figuras y valores, en el que los hijos comenzaban a dudar de la autoridad paternal al tiempo que la acelerada industrialización del país hacía estragos en la vida urbana y la rural. Venciendo a El Dolor de los hijos, de Miguel Zacarías, y Pueblerina, de El Indio. Ganadora de 6 premios en 8 nominaciones, esta maravillosa cinta habla a dos generaciones diferentes, pero su mensaje sobre el futuro se sigue percibiendo como ambiguo.

El Castillo de la Pureza– Ariel de Oro de 1973

pureza

Después de 14 años en los que no se llevó a cabo la ceremonia de los Arieles, al año siguiente de su reanudación de actividades, la cinta ganadora fue una brutal exposición de lo que pasó con la sociedad mexicana que había sido arrebatada de su promesa de cambio, de la cruda realidad del papel del gobierno en el país y del más arraigado y retrógrada miedo a la juventud antes cautiva. La cinta de Ripstein polemizó y continúa polemizando por su riquísimo contenido, una alegoría multifuncional que gana en una bizarra ceremonia en la que sólo hubo ganadores, empatando con Reed: México Insurgente, de Paul Leduc, y Mecánica Nacional, de Luis Alcoriza, un país fracturado en los que todos se sentían ganadores e integrados, pero en realidad sólo había fracaso y exclusión.

Frida: Naturaleza Viva– Ariel de Oro de 1985

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Dentro de un largo periodo de reacomodo en el cine nacional, los grandes directores y las propuestas frescas buscaban un lugar en el mundo subterráneo y su difusión se veía ensombrecida por lo que podría considerarse como uno de los períodos más negros para la cinematografía nacional en el que la crisis de finales de los 70 e inicios de los 80 había llegado hasta los dominios del arte (la desastrosa administración de Margarita López Portillo al frente de la SCT da cuenta de esto). Pero como respuesta, Leduc revitaliza el mito romántico de la oposición de inicios de S. XX en la figura de Frida Kahlo (una espléndida Ofelia Medina) que, moviéndose entre lo abstracto y lo surrealista, retrata de manera no convencional pasajes de la vida de la importante pintora mexicana. Ganadora de 8 de sus 10 nominaciones, Frida venció a cintas como Vidas Errantes, de Juan Antonio de la Riva y Deveras me atrapaste, de Gerardo Pardo.

Cronos – Ariel de Oro de 1993

cronos

Los años finales de la década de los 80 y el arranque de la de los 90 vieron el ascenso de productos comerciales de calidad bajísima y nulos niveles de producción que correspondían a la sequía creativa en la que se veía sumido el cine mexicano, con la creación de Televicine (filial de Televisa) y la entrada de productores privados con el videohome. En este paraje el oasis creativo del tapatío gordito Guillermo del Toro y su Cronos, un hipermoderno homenaje al cine fantástico mexicano (poco premiado en el país, pero alabado en países como Francia y Alemania) que revitalizó el género de horror mexicano de manera inteligente, sutil, elegante y económica. Del Toro capitalizó el éxito que lo propulsó a trabajar en Hollywood, junto a sus compatriotas Cuarón e Iñarritu, iniciando una nueva etapa de éxito para cineastas mexicanos, que no para el cine mexicano. Cronos barrió con la competencia llevándose 8 de 8, incluyendo 5 premios para Del Toro. Esas tortas no se ahogaron.

Temporada de Patos– Ariel de Oro 2004

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El término del “nuevo cine mexicano” se estaba desgastando después de un uso de más de 15 años. En los medios por todos lados se hablaba del nuevo cine mexicano, ¿pero podía ser realmente nuevo algo que llevaba más de una década imitando modelos y reglas? Una nueva irrupción llegó con cineastas como Carlos Reygadas y Fernando Eimbcke, éste último encontró el reconocimiento de la Academia que tanto ha relegado al primero. Temporada de Patos fue el trabajo con un fuerte aroma indie que capitalizó el romance del cine de Gus Van Sant y Jarmusch y lo extrapola a una nihilista, melancólica y estoicamente viva juventud mexicana a través de un nuevo lenguaje cinematográfico, que hoy, casi 10 años después, comienza a toparse con sus limitaciones. Ganadora de 11 de sus 12 candidaturas, la cinta venció a competidoras de un lenguaje y códigos radicalmente distintos como Voces Inocentes, de Luis Mandoki.

Por JJ Negrete (@jjnegretec)

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