A lo largo de la historia de América Latina, los grupos guerrilleros buscan una toma de poder o una confrontación directa con el mismo por medio de la vía armada, con orígenes, contexto y motivaciones diferentes entre sí, dependiendo del país y generando diferentes opiniones en la sociedad con respecto a sus operaciones.
Con el propósito de retratar uno de los tantos movimientos del mismo en el continente, el documental Tupamaro: Urban Guerrillas (2017) retrata las calles de un barrio de Caracas, Venezuela, para presentar tanto un pedazo de historia como el ritmo de vida de Alberto “Chino” Carias, uno de los líderes del grupo guerrillero de los Tupamaros, conocido también por fungir como funcionario público durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Sin deslindarse de su trayectoria periodística, el realizador Martin Andres Markovits centra su atención en detalles informativos que ofrecen contexto a su propuesta cinematográfica. Desde la voz en off que explica el origen de los Tupamaros, enfatiza en datos y entrevistas sobre sus causas y fracciones que la integran, así como en el surgimiento del movimiento socialista vigente en el poder que impera en la actualidad en Venezuela.
El relato utiliza material de archivo, notas de periódicos internacionales y entrevistas con especialistas en el tema que explican el desarrollo del grupo armado reafirmado como “vigilante”, abarcando la etapa de su supuesta vinculación en los movimientos armados de Chávez y en el auge del mismo durante la década de los noventa.
Markovits divide el documental en cinco capítulos, compaginando la situación actual complicada del país con investigación, utilizando grandes planos generales para retratar a una capital azotada por la pobreza y la inseguridad, así como en los aspectos personales del “Chino” Carias. Explicados por su propia persona, resalta en una labor de “vigilante” que busca terminar con la violencia generada por el narcotráfico, cuestionada por algunos segmentos sociales, instando también a una reflexión sobre la muerte y la venganza.
Si bien maneja un poco desproporcionado el ritmo del metraje en la trama, Tupamaro: Urban Guerrillas funge como un documental redondo e informativo que desmenuza algunas de las razones por las que Venezuela atraviesa por una severa crisis económica y social iniciada un par de décadas atrás, así como en la división popular sobre la percepción de los vigilantes y de un pasado que pone en debate su rol como movimiento guerrillero.
Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)
