En el botadero la encuentras así: Suéltate el pelo o David Summers me violó en Acapulco, el musical o Verano peligroso con David Summers.
Pregunta por ella así: En servicio al cliente me dijeron que este CD de grandes éxitos de los Hombres G incluye una película y no, seño, no quiero el disco solista de David Summers… Bueno… está bien… me llevo los dos.
Valor Agregado: Tatiana recién destetada a dueto con David Summers en el homenaje que Televicine organiza para los Hombres G en Acapulco.
La trama: Una vez conformados como Hombres G y superados los problemas plasmados en su primer largometraje, Sufre, mamón (1987); David, Javi, Rafa y Dani disfrutan del éxito de sus canciones y el amor de sus fans. Una carta dirigida a David, entera a éste que una de sus seguidoras ha reunido 10 mil libras y se las mandó con la intención de demostrarle lo fanática que es de la agrupación y, en especial, de él. Acongojado nuestro protagonista y frontman decide devolver el dinero e invitar a la muchacha a su siguiente concierto, ahí descubrirá que Sonia no sólo es menor de edad, sino que nunca lo dejará ir. Él piensa que es inofensiva y deja que lo acompañe a todos lados, pronto descubrirá que esta Lolita es más molesta que unos polvos pica-pica. Una noche de copas en las sensuales playas de Acapulco terminará en el chantaje de un paparazzi a Summers y con el líder de los Hombres G tras las rejas. Las beliebers nunca hubieran permitido algo así…
Decía yo en un texto anterior –éste–, que el cine y las estrellas musicales son una unión inevitable. El olor a caja registradora llena por la mañana, es lo que hace a los ejecutivos de disqueras y productoras levantarse cada que se sale el sol.
En 1988 pocas cosas eran más grandes en España que los Hombres G. Su mezcla de rock suave, letras memorables y accesibles, y su actitud ‘peligrosa’, provocó que muchas adolescentes en la península ibérica e hispanoamérica mojaran la pantunfla por aquellos años. Además acababan de estrenar con gran éxito Sufre mamón, una cinta que narraba cómo se había fundado la banda, convirtiendo a sus integrantes en estrellas de cine. Otro éxito cinematográfico era inevitable.
Suéltate el pelo es una demostración de lo poco inspirado que es –en su mayoría– el cine que utiliza como protagonistas a luminarias del mundo musical. Si a eso le sumamos que toda la familia Summers se involucró en el proyecto y que la cinta bien podría ser un mega videoclip, da como resultado una joya del botadero.
Nunca Caleta y Caletilla, las carrozas con globos y las instalaciones del Cici habían lucido tan apetitosas para que una estrella de rock se comporte como monje tibetano ante una fan que hace exactamente lo que pide su canción y se despoja del sujetador. Porque, claro, ningún rockstar se aprovecha de su fama para conseguir algo de amasiato fácil con sus seguidoras.
Los problemas llegan cuando El ataque de las chicas cocodrilo deja de ser una canción y se convierte en material cinematográfico, las caza fortunas siempre incan con fuerza el diente. Burt Lancaster no es el único en cagarla. Suéltate el pelo comienza como comedia juvenil mágico-musical, pasa a ser un thriller sobre chantaje juvenil y degenera en comedia slapstick al estilo de los años 20. Una mezcla de géneros que haría a Tarantino sonrojarse.
De antología es esa secuencia final digna de una película de Ray Dennis Steckler (Rat Pfink and Boo-Boo, 1966), donde los malosos emprenden una acelerada e impetuosa escapada después de secuestrar una ambulancia, a David Summers, un párroco y una embarazada. En la huida el exceso de barbas y armas falsas, hace de este momento uno de los más cómicos en la historia del cine español.
Los implicados saben que la muchachada vino por canciones de Hombres G y canciones de Hombres G es lo que les dan. Un total de 11 tracks componen el Original Sountrack del largometraje, incluyendo el mega hit que da título a la cinta, Nassau, Temblando, Si no te tengo a ti, Visite nuestro bar y un par de piezas mexicanas con mariachi, ajenas a la discografía de la banda. La selección musical es, quizá, lo más memorable de este videoclip, sobre todo si cantabas a todo pulmón que Indiana Jones te rayó los cuadernos en los 80 o si por culpa de un beso le sacaste el marcapasos a Martha.
Suéltate el pelo es un ejercicio divertido que retrata lo kitsch que fueron esos últimos años antes de que el calendario cambiara los 80 por los 90. No será la mejor película que involucre a una estrella de la música –ese lugar corresponde a la biopic de Rigo Tovar, Rigo es amor–, pero tampoco llega a la ramplonería de Pelo suelto de Gloria Trevi.
La vida es así, una serie de sinsentidos que desembocan en un número musical a las puertas de una prisión y con los miembros de la banda saliendo en hombros antes de que la toma se congele y nos recuerde los años que se han ido.
“Porque por fin… lo conseguí. Ya nunca más seré calvo.”
Por Rafael Paz (@pazespa)
Como bonus track les dejamos la película completa y con subtítulos… en inglés (¿?)
