‘Fuera de mi camino’: Ironía fúnebre

“Vivir mata” es un mote que describe en muchas ocasiones y de manera áspera los ciclos en la existencia de los seres humanos. Sin importar las circunstancias en que se presenta, la muerte acecha constantemente, reflejándose su ejecución en diversas formas, tiempos y circunstancias.

Los accidentes en rieles de trenes parecen ocurrir de vez en cuando, algunos de ellos produciendo centenares de pérdidas humanas. Con un tema un poco delicado como eje principal, Fuera de mi camino (Dnevnik masinovodje, 2016) se aleja de la usual tendencia dramática y de los clichés de cintas de acción para ofrecer una perspectiva más íntima al respecto. Ilija (Lazar Ristovski) es un veterano operador de trenes que, sin buscarlo ni premeditarlo, tiene en su haber varias muertes accidentales ocurridas en los rieles y tras adoptar al joven Sima (Petar Korac), quien desea seguir sus pasos en el oficio, experimentará un cambio personal a raíz de la relación.

Representante de Serbia en la pasada edición de los premios Oscar 2017 para lograr una nominación a Mejor Película Extranjera, el relato del realizador y guionista Milos Radovic, además de presentar con un poco de ironía y humor negro al suicidio, el coming of age y el cansancio debido a la rutina, entra en un desarrollo lineal en la que se retrata el lazo entre padre e hijo, sin importar la ausencia de un parentesco de sangre.

Con una tradicional discreción que ironiza los cambios de vida y los momentos de romance, los atisbes de drama funcionan a través de la imposición de Ilija en alejar a Sima de sus aspiraciones como operador de trenes, otorgando contexto y funcionalidad a los personajes, cada uno con soledades personales a cuestas conformadas en gran medida por la pérdida.

Si bien el tono neutral se desprende con éxito de olas de violencia para enfatizar los vaivenes de la muerte a través de conversaciones rutinarias, el ocasional onirismo concerniente a la incapacidad de superar la tragedia en el pasado está sobrado en la propuesta, una que le resta un poco de ritmo al relato, además de presentar un par de cabos sueltos con respecto a la resolución de los orígenes de los personajes principales.

Fuera de mi camino, además del irónico énfasis que ofrece sobre la cotidianidad y la muerte, es una modesto, austero y recurrente mensaje sobre la vida, sin recurrir a exabruptos dramáticos en su esbozo y prefiriendo en primera instancia el punto de vista de los hombres encargados de manejar trenes en vez de las tragedias de las víctimas.

Por Mariana Fernandez (@mariana_ferfab)