Carlos Fuentes murió ayer 15 de mayo en la Ciudad de México a los 83 años. Considerado uno de los más grandes escritores mexicanos de todos los tiempos, sus letras lo llevaron a tener una larga relación con el cine.

Decenas de sus trabajos –cuentos, novelas, relatos, etc.– fueron adaptados  a la pantalla grande, el escritor también incursionó en el guionismo. En 1964 se dio su primer acercamiento al adaptar una historia de Juan Rulfo para el libreto de El Gallo de Oro de Roberto Gavaldón, junto a Gabriel García Márquez y el director de la película.

Según apunta el sitio Cinema Tropical la década de los 60 fue prolífica para Fuentes. Escribió los guiones de Un alma pura (1965) de Juan Ibáñez –una adaptación de su relato que forma parte del libro Cantar de ciegos–, Las dos Elenas (1965) de José Luis Ibáñez, asimismo volvió a colaborar junto a García Márquez para el argumento de la opera prima de Arturo Ripstein: Tiempo de Morir (1966).

Además, en 1967 adaptó la celebre novela Pedro Parámo de Juan Rulfo, para Carlos Velo y que tenía como protagonistas a John GavinIgnacio López Tarso y Pilar Pellicer. 

Trabajó de nuevo en el argumento de una cinta de Juan Ibáñez para Los Caifanes (1967), que narra la historia del encuentro de una pareja de clase alta con una pandilla conformada por chicos de clase baja de nombre idéntico al título del filme.

Ya en los años 70 destaca su trabajo con Felipe Cazals en la cinta Aquellos años (1972). También se sentó en la silla del director para el cortometraje Enigma compartido de 1974, que co-dirigió junto a Héctor Casillas. De ahí podemos ir hasta los 80 para ubicar el último trabajo argumental del autor de La región más transparente en Complot Petróleo: La cabeza de la hidra del cineasta Paul Leduc.

Aunque no volvió a participar en algún libreto, la relación de Carlos Fuentes con el cine no terminó ahí. Uno de sus trabajos más reconocidos, Aura, fue adaptado por el italiano Damiano Damiani en el largometraje La strega en amore (1966). Gregory Peck y Jane Fonda protagonizaron en 1988 Gringo Viejo, basada en la novela del mismo nombre, ésta a su vez inspirada por las experiencias de Ambrose Bierce durante la Revolución Mexicana.

Con información de Cinema Tropical.

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