Distrital: 3 postales musicales

La comercialización de la música es un fenómeno complejo. La forma en que consumimos, definimos nuestros gustos, se generan sonidos y ambientes, y creamos ídolos pasa por una serie de circunstancias únicas y de momentos irrepetibles. Tres documentales del Festival Distrital: Cine y otros mundos explican tres facetas del mismo suceso, quizá sin intención alguna: 1 La vida del rockstar, 2 el proceso de creación y 3 las logias del consumidor.

Adam Green es retratado en el documental How to act bad (2011) del director Dima Dubson. Green es conocido por ser un artista multifacético, igual hace cortometrajes que toca la guitarra, y es un torbellino sobre el escenario, ya sea en solitario o como parte de The Moldy Peaches.

La película nace de la amistad entre Adam y Dima, quienes han hecho algunos videos juntos. El cineasta se dedicó a seguir durante dos años a su amigo, sólo él y su cámara, de esta forma tuvo acceso a todas las facetas de la vida del músico.

Con un estilo crudo y espontáneo, Green es mostrado como la personificación de lo que el imaginario colectivo define como vida de rockstar: drogas, música, alcohol y mujeres son lo cotidiano en su vida.

La cinta no busca hacer un juicio moral sobre la vida disipada de algunos músicos, incluyendo el documentado, sino presentar su estilo de vida como algo inherente y natural a ser famoso. Lo que tampoco significa que todos son así, pero sí que es normal que algunos opten por ese camino.

Andrew Bird: Fever Year (2011), documental maquilado por órdenes de su protagonista, aborda el privado proceso de creación del aclamado músico y la última parte de una extensa gira que dio en 2009, 365 días en que se vio afectado por una extraña fiebre, situación que da nombre al filme.

A diferencia de Dima Dubson, la directora Xan Aranda cuenta con una mejor producción y se nota. Las escenas de conciertos plasman de manera sensible lo mejor del trabajo de Andrew Bird y el estilo que despliega sobre la tarima.

Bird es una persona que atesora su vida privada, por lo tanto era un misterio para sus seguidores la forma en que él trabaja en sus creaciones. De ahí que él decidiera que era momento de mostrarse a sus fanáticos, aunque de manera limitada ya que el documental sólo puede ser visto en festivales, no tendrá corrida comercial y tampoco habrá edición en DVD o Bluray.

…Fever Year captura la dedicación que Bird tiene hacía la música y cómo ésta define por entero su existencia. Él es música.

Los fanáticos son parte esencial del negocio. Just like heaven (2012), debut de la mexicana Pilar Ortega, busca capturar al fan exquisito. Aquél que se especializa en un tema o periodo o artista y mira con desprecio a todo aquél que no alcance su nivel de conocimiento, además de que forma grupos donde sólo entran aquellos como él. Y de paso, capturar y analizar el ambiente que existía en las tiendas de discos antes de que llegaran las grandes cadenas, un halo romántico que ahora se ha perdido.

Para lograrlo, Ortega elige la extinta tienda Super Sound y los que trabajaban en ella. Dicen los que lo vivieron era el lugar predilecto para los amantes del rock y la buena música en los años 90. Lugar que, por cierto, no tuve oportunidad de visitar, ya que al año de su cierre (1993) yo contaba con 4 años y la música más pesada que escuchaba entonces era el soundtrack de El libro de la selva.

Un sentimiento de añoranza inunda Just like heaven, nostalgia por aquello que hemos perdido a cambio de mejores precios en tiendas departamentales (obvio es sarcasmo). Antes era necesario ser un experto en la materia si el objetivo era estar detrás del mostrador, no cualquiera tenía el nivel de conocimiento para tratar con los clientes y recomendarles material. Hoy sólo es necesario llenar una solicitud para llegar al mismo tiempo. Los exquisitos han tenido que buscar otros sitios para encontrarse. Bien lo dice la canción de The Cure de donde toma el título, era como el cielo.

La cinta es, también, estampa de un momento en que ser rockero era mal visto por los grupos de la vela perpetua en México. Así que lugares como Super Sound escaseaban. Hoy han cambiado un poco las cosas, pero el rock sigue siendo minoría. Aquellos que no me crean revisen el espectro radiofónico y enumeren las difusoras especializadas en rock y sus derivados existen.

Tres facetas de la música. Tres postales complementarias del mismo fenómeno. Tres formas de vivir y dar sentido a la vida.

Por Rafael Paz

    Related Posts

    ‘Plan Sexenal’ y la forma contenida
    Distrital se reinventa en su sexta edición
    ¡Te invitamos a la retrospectiva de José Celestino Campusano!
    El Verano Distrital llega a Cineclub Condesa DF
    Homenajeará Distrital a José Celestino Campusano
    Este verano nace Distrital Formación

    Leave a Reply