La única ópera prima de la Selección Oficial debutó ayer en el Festival de Cannes. Saul fia (Son of Saul) narra la historia de un hombre que durante el Holocausto es obligado a recoger los cadáveres que salen de las cámaras de gas, un día cree reconocer entre ellos a su hijo y decide que no descansará hasta darle una sepultura digna. El debutante Laszlo Nemes ha creado una cinta intensa y emocionalmente ambivalente, según detallan las primeras reacciones, incluso un par la llaman la primera obra maestra de esta edición.
Luis Martínez, El Mundo: “Nemes, en la que es su primera película, huye con una precisión que asusta tanto del melodrama como de la espectacularidad impúdica de la violencia. No estamos, para entendernos, delante de la La lista de Schindler. Tampoco se trata de un pueril ejercicio de estilo. Al revés, se trata de penetrar la sustancia misma del horror hasta alcanzar su más orgánica, fría e incuestionable dureza. Se ve únicamente el palpitar de una odisea a ninguna parte y, detrás, fuera de foco, el ruido de una pesadilla brutal e inmisericorde. Es cine enorme construido desde la intimidad. Es cine que duele, arrasa y, definitivamente, abre los ojos.”
Oscar Uriel, Cinema Tradicional: “Son Of Saul no es una experiencia placentera pero sí una muy estimulante. En ningún momento se diluye la tensión de la serie de trágicos sucesos que se van desarrollando como efecto dominó. Gran parte de la responsabilidad de esto corre a cargo de Matyas Erderly, director de cinematografía quien optó por el formato de 35 mm para realizar esta ficción con la intención de encontrar una alarmante textura.”
Mike D’Angelo, The Dissolve: “En otro contexto, la cuestión sobre si este comportamiento constituye egoísmo o heroísmo podría ser convincente. Aquí, miles de personas están siendo asesinadas más allá del alcance del lente focal, y el dilema moral de un solo individuo se siente casi irrelevante. Es como si Salvando al Soldado Ryan, en lugar de ser una brutal, sensorial recapitulación de lo que fue desembarcar en Normandia el Día D, eligiera una historia sentimental sobre Tom Hanks y su pelotón buscando al hijo de una madre afligida, para decirle “gánate esto”. Nos hubiéramos privado de la película de guerra más grande jamás hecha.”
Domenico La Porta, Cineuropa: “Son of Saul bofetea al espectador por su acercamiento único al tema, sin por ello descuidar el cuidado al contexto social, representado por las tensiones internas dentro de los detenidos y de las jerarquías estructurales de un campo de concentración del tamaño de Auschwitz. Esta visita guiada a una fábrica de la muerte se adentra en sus entrañas, en sus sucios y secretos rincones que siempre hay que limpiar, gran paradoja de la depuración étnica nazi.”
Barbara Scharres, Rogerebert.com: “Son of Saul no es una película sobre el heroísmo en el Holocausto, tampoco sobre supervivencia. Neme ha creado una visión desafiante en la que la esperanza está abierta a la interpretación, y debe ser buscada fuera de los confines de una visión limitada.”
