Un par de hermanos huérfanos sobrevive en las calles de Iraq con el poco dinero que gana boleando zapatos. Zana y Dana viven en un país gobernado por los caprichos y las restricciones de Saddam Hussein. Pese a su situación de miseria, los niños construyen con inocencia un sueño que los motivará a buscar nuevos horizontes: viajar a América para conocer a Superman. Bekas, del director iraquí Karzan Kader, retoma los elementos de la pobreza para construir una divertida fábula en torno a la familia, el exilio, los deseos de progreso y la inocencia.
Bekas inició como un cortometraje en 2010 y se convirtió en un largo de producción sueca con 92 minutos de acción iraquí. El filme se estrenó en durante el 2012 en el Festival Internacional de Cine de Dubai y un meses después llegó a México al 33 Foro Internacional de Cine organizado por la Cineteca Nacional.
La película es una atractiva puesta situada en Iraq de los años 90, uno de los momentos más tensos durante la dictadura de Saddam Hussein. Las referencias culturales al exilio, las fronteras controladas, la suma pobreza y el resentimiento causado por la Guerra del Golfo se presentan en el filme como un escenario de miseria y descomposición social en el que la figura de un par de hermanos infantes emerge para dar color a la árida tierra iraquí.
A pesar de que hasta ahora Bekas se dibuja gris entre el ocre y terroso escenario de un Iraq vencido, el director logró imprimir en la figura de Zana y Dana una variedad de colores a una historia que lleva al espectador a estremecerse en su butaca: de risa, llanto, emoción y sentimiento. Los hermanos comienzan un viaje motivados por la idea de encontrar al superhéroe que podría ayudarlos a construir un mejor futuro.
La narrativa de la historia está construida en un formato novelesco en el que los hermanos iraquís irán sorteando una serie de obstáculos rumbo a un fin último: viajar a América y encontrar a Superman. Sin embargo, a sabiendas de que los personajes no lograrán encontrar al superhéroe, el destino, la convicción y la ilusión de emprender el viaje funciona como una linda metáfora de su partida hacia un futuro diferente, lejos de la miseria a la que sobrevivían en el pequeño pueblo de Kurdistán.
La película es tan breve y divertida que se proyecta en la pantalla grande como una fábula en la que la moraleja se convierte en el camino mismo y no en el destino. El primer largometraje de Karzan Kader es un pequeño tributo a su situación personal, luego de que la familia del director se mudara a Suecia en 1988, cuando él contaba con sólo seis años de edad.
Bekas es una divertida historia novelada que desarma poco a poco los elementos de tristeza insertos en un pueblo reprimido para cimentar sobre sus escombros una bella imagen a partir de la inocencia del infante, la fuerza de un lazo familiar y una moraleja en la que el camino se convierte en el destino final.
Por Alejandra Arteaga (@Adelesnails)
Ésta es una reedición de nuestra cobertura del 33 Foro Internacional de Cine.
