El club de los insomnes (2018) es la ópera prima de Sergio Goyri Álvarez y Joseduardo Giordano, esta producción mexicana tiene como protagonistas a Leonardo Ortizgris, como un hombre que pasa por una crisis personal y sufre de insomnio desde hace tiempo, lo cual ha provocado inestabilidad en su vida y que pase sus noches en vela en un minisuper en el cual pasa el rato con la cajera en turno; Cassandra Ciangherotti, en el papel de la encargada del minisuper en cuestión durante las noches y quien aspira a convertirse en fotógrafa, practicando con los clientes a los que fotografía para armar un álbum con los diversos personajes que merodean la Ciudad de México cuando la mayoría de las personas duermen; y Alejandra Ambrosi, dándole vida a una veterinaria solitaria que acaba de enterarse de que está embarazada y que no sabe qué hacer, angustia que la lleva a dejar de dormir y tras lo cual llega también a ese minisuper que se convierte en el escenario principal de la historia.
Podemos decir que se trata de una propuesta fresca dentro de la cartelera nacional, hablando sobre todo de cine mexicano, pues cuenta con ciertas cualidades que la diferencian y que hacen que valga la pena darle una oportunidad a su historia sobre personajes que por diversas razonas están rondando las calles de la Ciudad de México mientras que casi todos duermen. Los tres protagonistas forman un grupo singular durante las noches y se hacen compañía mutuamente, es fácil identificarse con ellos y también es fácil entender por qué actúan cómo lo hacen.
Para saber un poco más sobre El club de los insomnes, hablamos con sus directores, Sergio Goyri Álvarez y Joseduardo Giordano, y una de sus protagonistas, Cassandra Ciangherotti.
¿Cómo nació la historia y por qué decidieron abordar de esta manera la vida nocturna de la Ciudad de México?
Joseduardo: Esto surgió del padecimiento que Sergio y yo tenemos de insomnio, de nuestras experiencias compartidas, de cómo lo abordábamos y salíamos a la calle y encontrábamos diferentes historias. Es una película de amor y amistad, pero lo que nos importaba es que fuera una película honesta sobre relaciones humanas. La idea era contar un fragmento de las vidas de los tres personajes principales y de cómo el encontrarse los impulsa.
Sergio: Cualquiera que ha ido a una tienda de conveniencia en la madrugada se ha dado cuenta de que los personajes que la visitan en ese horario son dignos de fotografías -tal como se muestra con Danny fotografiando a quienes asisten al minisuper de la cinta- porque hay personajes que podrían ser criaturas nocturnas y sentíamos que era un universo lúdico que estaba padre mostrar.
Danny, el personaje de Cassandra, funciona en cierta forma como un narrador y como conexión entre los otros dos protagonistas, ¿desde un principio querían que fuera así? ¿Cómo trabajaron este personaje?
Cassandra: De cierta manera mi personaje si es el que mueve las energías porque al hablar de insomnes, de personajes que no saben para dónde van y que no saben lo que quieren, encuentras a un personaje como Danny que no es que no pueda dormir, sino que está trabajando y que está trabajando en un álbum fotográfico porque quiere ser una artista, ella busca realizar un sueño. De repente llegan los otros personajes con ciertos conflictos y Danny los confronta un poco. Era un guion muy bien escrito, todo estaba ahí.
Sergio: Cassandra tuvo un trabajo muy interesante previo al rodaje porque nos sentamos a revisar el guion y, sí efectivamente la esencia del personaje estaba ahí pero ella participó de manera enorme en construir esto, el proceso con ella fu muy interesante.
¿Cuál esperan que sea la reacción de la gente al ver la película en cines?
Cassandra: Obviamente esperamos que la reacción sea muy buena porque creo que el público en México ya busca también nuevos contenidos y justamente esta película rompe un poco con lo típico que se ofrece en la cartelera en México. Es una película con una historia muy urbana con la que la gente se puede identificar, los personajes son muy reales y hablar de un tema como el insomnio es hablar también de los desequilibrios de la vida.
Por Jonathan Eslui (@JonathanEslui)
