En medio de la controversia por los #OscarsSoWhite la presidenta de la AMPAS, Cheryl Boone Isaacs, prometió ya tomar medidas para cambiar la situación y lograr que compitan más películas realizadas por minorías raciales —las religiosas y sexuales todavía no protestan—.
Las poderosas medidas, consideradas “dramáticas” por Isaacs, incluyen ampliar las categorías de Mejor Película y Mejor Actor/Actriz a diez alternativas, en vez de cinco, como suele suceder. Dudamos de que eso tenga un efecto real, considerando que el problema en realidad es la producción y distribución. Si los votantes de la AMPAS no ven películas realizadas por minorías, ¿cómo es posible que las nominen y las premien?
En todo caso, quizá sería más propicio internacionalizar las categorías para que entren películas de todo el mundo, de todas las razas, credos y demás. Claro, siendo Hollywood, eso no va a pasar. Con que no se les ocurran cuotas de género ya la hicimos. Y quizá lo más preocupante de todo es: ¿Un actor o una película mejoran por ser negros o morenos? La pregunta está en el aire.