Entrevista: María Alché sobre Familia sumergida

En la ópera prima de la realizadora argentina María Alché, Familia sumergida (2018), el calor del verano en Buenos Aires parece haber sumergido a los personajes en un profundo letargo. La protagonista, Marcela (Mercedes Morán), parece estar especialmente ensimismada, lejana de sus alrededores, la reciente muerte de su hermana la llevará a iniciar un viaje de descubrimiento al lado de un inesperado compañero.

Familia sumergida –que se estrena el próximo 20 de diciembre vía Interior XIII– es un peculiar drama familiar sobre los efectos de la muerte y lo desconocidas que pueden resultar aún las personas más cercanas. Tuvimos oportunidad de charlar sobre estos y otros temas con la joven directora, a continuación reproducimos la entrevista:

¿Cómo fue tu experiencia pasando del cortometraje a tu primer largo?

María Alché (MA): Siempre es un desafío y un misterio llevar a cabo todas las cosas y reunir las voluntades para hacer una película. Sentir que se puede armar un lugar en este camino de dirigir. Cuando yo estudiaba en la escuela secundaria, siempre supe que tenía ganas de dirigir, pero me imaginaba más en el teatro, el cine me parecía algo muy difícil para mí, para una mujer. Me parece que era otro contexto, otro momento histórico, social y político. Me fui abriendo camino en este camino que me interesaba, pero era difícil, ahora es muy distinto para las nuevas generaciones de mujeres deseosas de hacer cine.

El cine está en un momento de transformación y cambio por la tecnología, las redes sociales y la viralización de videos, esto pone al cine en un lugar nuevo que habrá que pensar. A veces siento que me dedico a una actividad que no sabemos si va a desaparecer, van a ganar por completo las series o seguirán las salas de cine. ¿En qué lugar quedará todo? También me lo pregunto.

Regresando un poco, es la primera, mi ópera prima, a la que uno le pone un momento de cosas con el deseo de poder seguir filmando.

El fallecimiento de alguien cercano sólo nos hace descubrir lo poco que lo conocimos…

MA: Un poco lo que pensaba cuando estaba escribiendo el guión era en todo lo que deja un persona cuando muere. Deja una impronta en las personas con las que vivió, una serie de cosas que hay que ocuparse para terminar de hacerlas desaparecer. Poner en algún lugar, reusar, absorber. No una respuesta inequívoca sobre lo que pasa con el espíritu de esa persona. Queda en el recuerdo de los que la conocieron, en como hablan de ella, se heredan maneras de hacer las cosas. Una persona es algo en permanente transformación, mutación, no es algo cerrado. Somos ajenos de nuestros misterios, nunca terminamos de conocer a alguien.

Visualmente, el color azul parece envolver a los personajes de la película. ¿Había alguna intención detrás de esto?

MA: Nunca lo había pensado. El azul es un color que me gusta. No sé si tiene una explicación, tal vez por el agua, la familia sumergida. Como la casa estaba llena de tonos verdes, amarillos, la ropa azul nos daba un buen contraste, colores vivos para el verano. Buscaba tener colores primarios. También me gusta mucho uno de los vestidos que usa Gena Rowland en Gloria (1980), de Cassavetes, es todo azul. Fue una de las inspiraciones.

Lucrecia Martel ha sido una figura importante en tu carrera, en todos sentidos, ¿influyó de alguna manera en especial en Familia sumergida?

Ha influenciado mucho en vida, es una persona que admiro mucho. Antes de hacer esta película, hice unos cortos y un trabajo fotográfico que se llama Fachas, lo pueden encontrar en internet, una intervención sobre fotografías familiares, es un trabajo sobre diapositivas de mi familia en los años 60 y 70, donde me inserté en las fotografías, como si estuviera viajando en el tiempo. Eso me llevó a querer investigar para un segundo trabajo sobre historias familiares que funcionaban de manera muy corta con una foto familiar que era un video que cambiaba en el tiempo. Pensaba en estas ideas sobre tiempo, personas, materia que se transforma y Lucrecia servía como la persona a la que le contaba las ideas y ella me ayudaba con su mirada, en la etapa del guión me ayudó a unir cosas que yo tenía por separado y que me parecían imposibles de juntar.

Por Rafael Paz (@pazespa)

    Related Posts

    Gael persigue al poeta en el tráiler de ‘Neruda’