Swallow y la opresión de una jaula de cristal

El matrimonio conlleva una serie de compromisos para acentuar la unión voluntaria entre dos personas y construir una vida en conjunto con amor y respeto. No obstante, en el rol de esposa predominan aún estereotipos sociales en los que se le exige a la mujer cumplir inequívocamente las labores del hogar y complacer a su marido.

Swallow: la perfección te traga (2019) entreteje un thriller psicológico con un drama doméstico en el que predomina la búsqueda de libertad ante las expectativas maritales. Hunter (Haley Bennett) es una dulce ama de casa que mantiene una relación estable con Richie (Austin Stowell), un acaudalado hombre de negocios. Tras quedar embarazada, desarrolla una compulsión por ingerir diminutos objetos que se tornan más peligrosos conforme aumenta su adicción. Todo ello realizado mientras esconde un oscuro secreto relacionado con su origen, incrementando el control de su esposo y sus suegros sobre ella misma.

La ópera prima de Carlo Mirabella-Davis desarrolla una creciente opresión que envuelve a Hunter (notable Haley Bennett) a través de la atención al detalle, con extreme close up en escenas como la preparación de un cordero que representan su sacrificio por convertirse en una esposa perfecta. La lujosa casa en la que habita con Richie marca un entorno frío e indiferente donde ella intenta encontrar aceptación como esposa, reflejado a través de minuciosas labores de limpieza, jardinería y el silencio.

La fotografía de Katelin Arizmendi resalta la simetría, el orden y la elegancia con el tormento psicológico que experimenta Hunter ante la tensión que siente por encajar con el demandante entorno social de su familia política. Se trata de una clase alta distinta a su origen humilde, con una maternidad que le resulta indiferente y buscando cumplir con las perspectivas maritales de Richie. A su vez, el guión del propio Mirabella-Davis resalta también una imagen femenina opacada por la masculinidad, enfrentando también cuestionamientos sobre la felicidad, el valor personal y la sumisión ante la figura idealista del marido, tratándose de aspectos que harán estallar a su protagonista conforme avanza el relato.

Así, el realizador construye de manera turbia la progresiva sensación de control y placer que le produce a Hunter el hecho de ingerir tierra y objetos peligrosos, viéndolos como trofeos personales a costa del daño físico. El dolor le ayuda a Hunter a sobrellevar la soledad que lleva a cuestas en su relación y a fingir placidez dentro de su jaula de oro, lidiando con un sufrimiento emocional representado por un secreto que carcome su seguridad individual. Así, la tensión psicológica del relato guía hacia revelaciones sutiles sobre su pasado, su familia y las decisiones referentes a la maternidad y a su persona.

Si bien un poco reiterativo en el ejercicio estilístico del vacío existencial, Swallow representa tanto la ingesta amarga de malos momentos para sobrellevar las facetas del amor y un vínculo marital que minimiza la individualidad como el deseo de emancipación femenina y la libertad de decidir sobre el propio destino.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)

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