‘El Gran Milagro’: Una misa y… tan tan

En el botadero la encuentras como: El Gran Milagro o Doña Cata recuerda sus vidas pasadas.

Pregunta por ella así: Mis niños del catecismo ya se aburrieron de Jesucristo Cazador de Vampiros, ¿tiene algo que les pueda poner? o ¿Sabe si los de Pixar ya hacen cine católico?

Valor agregado: Si creíste que la peor película de animación que habías visto en tu vida era Dragones, destino de fuego o que no había peor animación que AAA: La película, espera, no te adelantes.

La Trama: Tres personas, tres historias distintas donde los problemas abundan y las soluciones escasean. Mónica es viuda y no sabe cómo lidiar con su hijo adolescente y su abrumador trabajo ahora que ella es la cabeza del hogar. Don Chema es chofer de autobús y acaba de recibir la noticia de que su hijo tiene cáncer y podría morir. Doña Cata es una mujer de la tercera edad, sus años le impiden valerse por sí misma y tiene que atenerse a lo que digan sus hijos. Los tres sentirán una repentina urgencia por entrar a la iglesia. It’s epiphany time, bitch

Corren los días en que Pixar domina el cine animado, atrás quedaron las fechas en que Disney reinaba con sus princesas, adaptaciones a cuentos clásicos o ratones de calzones rojos. Cada nueva entrega de la compañía creada por John Lasseter es un deleite visual que supera a lo hecho anteriormente. La animación en México es un campo poco explorado, como la entrepierna de Rossy O´Donell, aunque recientemente Don Gato 3D demostró que una efectiva campaña publicitaria es capaz de lograr buenos resultados en taquilla.

Quizá ustedes sientan que han pecado mucho de pensamiento, palabra, obra u omisión, les tengo buenas noticias, nunca es tarde para recapacitar y acercarse a la casa del Señor. O al menos ésa es la lección que se desprende de El Gran Milagro de Bruce Morris, escritor de Alvin y las Ardillas –la serie de Tv–, además encargado del diseño de arte de La Sirenita y las historias de Pocahontas y Hércules.

Podríamos decir que El Gran Milagro es la reinterpretación de aquella frase de Jesús que dice “dejar que los niños se acerquen a mí”. La historia y el desarrollo están simplificados para lograr un acercamiento más didáctico. Los niños no necesitan historias sobre huérfanos, familias que se desintegran, egoístas corredores de carreras o pasar de la niñez a la adultez, todo en esta vida se resuelve con una ida a misa.

Resulta curioso que una cinta que intenta abordar el tema de la aceptación de los unos con los otros, de comprender que los demás también tienen problemas, la gente de tez morena –ya no digamos oscura– brille por su ausencia. Sí, claro, Don Chema es moreno, pero… ¿en serio es el único en esa iglesia o en el cielo? Y ni hablemos de los niños callejeros que *spoiler alert* resultan ser ángeles de impoluta apariencia.

Si alguno sintió que estaba usando un paquete de expansión de Los Sims y transportado al año 2000 al ver El Gran Milagro, déjeme decirle que no fue el único.

A lo largo de la historia del cine, éste se ha usado muchas veces para tratar de transmitir ideas de manera sencilla y atractiva.  Desde filmes de propaganda sobre la guerra nuclear, los embarazos juveniles, “fraudes” en México, nazismo, ecología —Al Gore está salvando una ballena en este momento–, no correr con tijeras, el Sida y un largo e interminable etc. Su diseño está pensado para convencer creyentes y añadir unos cuantos, pero recuerden: aunque el apostolado se proyecte en 3D, apostolado se queda.

Ya ni hablemos de las mentadas de madre y las idas a misa.

Por Rafael Paz (@pazespa)

PD. Sugiero entren al sitio de la película http://www.elgranmilagro.com/ donde podrán encontrar una pequeña colección de noticias en relacionadas. Dicen que estaban peleando por un Oscar, les faltó ir más a misa.

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