If the doors of perception were cleansed, everything would appear to man as it is: Infinite.
William Blake
Blues. Rock. Psicodelia. Poética lírica. El guitarrista de influencia flamenca Robby Krieger. El baterista de raíz jazzista John Densmore. El prodigioso tecladista Ray Manzarek. Un magnético y trágico vocalista llamado Jim Morrison. Se trata sólo de algunas características de la música y de los cuatro hombres que conformaron The Doors, una de las bandas más influyentes de la década de los 60 y de la historia del rock, surgida de California, Estados Unidos.
El cine ha sucumbido a su encanto al utilizar su música, séase en alguna escena inolvidable de una película (con la emblemática ‘The End’ en el cierre de Apocalypse Now de Francis Ford Coppola) o en un intento de retratar su historia en la fallida The Doors (1991), cinta biográfica realizada por Oliver Stone que dividió opiniones por recrear reiterativamente a un Morrison destructivo y ebrio en cada toma.
No obstante, dichos trabajos no fueron suficientes para captar la esencia del líder de The Doors ni el mito que le rodea en torno a su agitada vida. Con dicho propósito, Tom DiCillo presenta When You’re Strange: A Film About The Doors (2009), un rockumentary cuyo título proviene del coro de la reflexiva People Are Strange, una de las tantas canciones emblemáticas del grupo.
DiCillo, antiguo colaborador de Jim Jarmursch como director de fotografía en Stranger than Paradise (1984) y realizador de cintas como Johnny Suede (de 1991, con un joven Brad Pitt) y Living in Oblivion (1995) abre el telón con el verdadero Jim Morrison recorriendo el desierto en un auto, convergiendo con el anuncio de su prematura muerte a los 27 años de edad en París, el 3 de julio de 1971, mientras lo escucha ficticiamente a través de la radio, con todo y audio original de la noticia para elevar su estatus de culto.
Parte del material inédito y estructura principal de la narrativa es estelarizada por Morrison, a través del extracto del filme experimental HWY: An American Pastoral, de Paul Ferrara, amigo del cantante que lo filmó en 1969 con el asolador clima como testigo en la carretera del desierto. A su vez, se entremezcla con acontecimientos importantes históricos y culturales que sucedían en los 60 y 70, desde la guerra de Vietnam hasta el movimiento hippie, resaltando que The Doors no era el único que, muy a su manera, revolucionaba esa época.
Enfocado en la figura de Jim Morrison, la narración (en voz de Johnny Depp) comienza a involucrar en los primeros años de vida del cantante como si el guión tratara de una extracción formal de alguna biografía de Internet. Afortunadamente, se desprende del formalismo y adquiere estilo propio y sustancia conforme avanza el relato, en la que se descubre no únicamente el lado oscuro y autodestructivo del vocalista por su exceso en alcohol, cigarro y drogas en su corta existencia.
Se resalta también la parte más humana de Morrison a través de su inquietud por el séptimo arte al cursar sus estudios en la UCLA de Los Ángeles, su poesía influenciada por poetas malditos como Baudelaire y Rimbaud, su devoción a William Blake (inspiración para bautizar a la banda), su admiración por Elvis y Sinatra, su atracción por la mística de los chamanes y la cultura nativo-americana, su rechazo al sistema político, su distanciamiento auto impuesto hacia su familia y sus cuestionamientos sobre la misma vida, dotándolo de un aura filosófica que no había sido explorada previamente en otros trabajos fílmicos del tema.
DiCillo muestra la transición de Jim Morrison tal como una serpiente que cambia de piel, de tímido e inseguro intérprete que cantaba dando la espalda al público a un desinhibido imán en escena que encantó a las groupies, despertó polémica y provocó un par de arrestos a su persona por sus desinhibidas opiniones en un par de conciertos.
Imágenes de archivo fotográfico de la banda y del propio Morrison, videos de entrevistas y presentaciones en vivo de 1966 a 1971 desfilan acompañando al compás de icónicas melodías como la incendiaria ‘Light My Fire’, la invitación amorosa de ‘Hello, I Love You’, la versión en vivo de ‘When The Music’s Over’, el regreso a las raíces de blues con rock en ‘L.A. Woman’ y el sonido de la lluvia y truenos de ‘Riders on the Storm’, reteniendo la atención por lo envolvente de la música de The Doors. Sin embargo, su conclusión pierde un poco de ritmo por la asombrosa cantidad de material mostrado y carece de entrevistas actuales y directas a los integrantes restantes del grupo, dejando las ganas de haber escuchado, por lo menos, un punto de vista reciente sobre su fallecido compañero, de ellos mismos y de la banda.
Así, When You’re Strange es una oscura y honesta compilación musical, poética y fotográfica de un cantante que no se vendió por la fama, mostrado como un sensible y atormentado hombre que buscó la libertad y cuestionó las imposiciones de la sociedad (auto nombrándose desde Rey Lagarto hasta Mr. Mojo Risin, anagrama de su nombre). Si se desea recordar su música (y poesía, si es el caso) como fans, revisar su obra o, por qué no, conocerlo desde cero, el documental de Tom DiCillo es la mejor opción para ello. Lo efímero de su trayectoria fue lo que convirtió a The Doors en leyenda, principalmente a Jim Morrison, quien pasó del claroscuro de vida hacia la posteridad infinita del rock.
Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)
