‘Tesis’: Cuestionando al morbo y al cine snuff

La historia se ubica en el año 1995, cuando una mujer llamada Ángela se asesora con el profesor Figueroa para la realización de su tesis, cuyo tema es la violencia audiovisual. Ella le pide al profesor que le ayude a conseguir material grabado. El profesor accede, pero todo se complica cuando Ángela descubre a su asesor de tesis muerto en la sala audiovisual de la universidad y roba la cinta.

Ángela junto con su amigo Chema, descubren que se trata de una película snuff en la que una chica es torturada y asesinada. Chema analiza la cinta y descubre que fue grabada con una cámara XT 500. A partir de ese último hallazgo, Ángela descubre al dueño de esa cámara que, en un principio, resulta ser el principal sospechoso. Pero, la historia da un giro inesperado cuando a lo largo de la película los protagonistas van descubriendo más pistas.

Esta cinta realizada en 2006, ópera prima de Alejandro Amenábar, escrita y dirigida por él; cuestiona un tema sin duda interesante: El cine snuff. Un filme no apto para cardiacos que, sin duda, mantendrá al espectador al filo del asiento intentando descubrir, junto a los protagonistas, quién es el verdadero asesino.

Un trabajo cinematográfico muy bueno ya que el director utiliza recursos clásicos del cine de suspenso como tormentas, iluminación, pantalla negra acompañada de voz en off, cámara en mano para las persecuciones, por mencionar algunos. La música es un elemento esencial en este filme, el cual es usado por el director para reflejar la personalidad de sus protagonistas y al mismo tiempo para llevar al espectador al borde del infarto. No obstante, a veces resulta un poco predecible en algunas escenas,  lo cual es intencional para que el público caiga en la trampa de que ha resuelto la historia.

Cabe mencionar que la ambientación y escenografía están bien logradas, la que más impacta es la casa de Chema, en la cual incluso muestran una réplica de un cadáver en el techo. A pesar de que trata el tema del cine snuff, me pareció una genialidad que no abusaran de mostrar imágenes explícitas, fue muy atinado que el director únicamente utilizara el audio como un recurso para que el espectador imaginara lo que estaba en la cinta.

En mi opinión es una buena historia, está bien dirigida, bien escrita y los actores tienen una buena interpretación. Sin embargo, desde un punto de vista más profundo, cuestiona el trabajo de los futuros realizadores de cine, ya que la historia se ubica en una escuela de comunicación y también pone en entre dicho el tipo de cine que quiere el espectador.

Ese cuestionamiento se hace a través de uno de los personajes, el profesor Castro:

“¿Qué es el cine? (…) El cine es una industria, es dinero, son cientos, miles de millones invertidos en películas y recaudados en taquilla, por eso no hay cine en nuestro país, porque no hay concepto de industria, porque no hay comunicación entre creador y público. Hemos llegado a un momento crítico en el que nuestro cine sólo se salvará si es entendido como un fenómeno industrial. (…) Ahí afuera está el cine norteamericano dispuesto a pisotearlos y sólo hay un modo de competir con él: dar al público lo que quiere ver.”

Por Magdalena Cristina Ortiz Vargas

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