‘Tan negro como el carbón’: Desmembrando el noir

En Tan negro como el carbón (Bai ri yan huo, 2014), las cosas no se presentan en sencillo tono monocromo. El mundo no se divide sólo en blanco y negro, sino una infinita gama de grises; no hay héroes ni villanos definidos por arquetipos. Como todas las buenas cintas del género noir, lo único que sí tiene es un grupo de personas bañadas en luz neón y grises industriales tratando de sobrellevar su existencia.

La tercera cinta del director chino Diao Yinan se acerca más a lo comercial con un thriller que no presenta todas sus cartas de entrada y trata de llevar al espectador por caminos falsos, haciéndole creer cosas que no son ciertas. Lo único real son las personas, los muertos, los policías, las lavanderías, los edificios oscuros y depresivos de un sector industrial de China.

El centro del asunto es un cadáver, como es la tradición en las historias policiacas. Encontrado en un pila de carbón, el muerto era conocido como Liang Zhijun, un trabajador de una fábrica cercana. Aquí entra nuestro personaje principal (no héroe, nunca héroe): Zhang, un detective que piensa que el caso se resolverá de manera rápida. Nos adelantamos cinco años, el protagonista ahora es un guardia de seguridad, dedicado a la bebida y aún atormentado por lo transcurrido en ese caso del 99. En un encuentro fortuito con su antiguo compañero, Zhang se entera de que algo similar a la masacre de ese entonces ha vuelto a suceder y se decide a comenzar su propia investigación.

En la película el director empieza a demostrar sus grandes fortalezas con una mezcla de tensión y sensibilidad visual. Algo complicado que lograr si el rastro que se sigue guía a cada vez más partes desmembradas. El paso de la historia no sufre en demasía debido al flujo visual del director, la trama nunca suelta al espectador ni lo deja relajarse por un instante. La tensión es constante y se ayuda del sentimiento de incomodidad que propician las tomas.

Diao logra mantener un ambiente impresionante durante toda la película, ayudado por su inventiva forma de lograr las tomas. El peligro está presente en todo momento, lo que logra darle un empujón extra a la trama cuando se empieza a complicar demasiado. La cinta nos presenta un cuadro muy bien dibujado de una China sangrienta e interesante. Nos adentramos en este submundo de manera real, mientras vemos cómo los personajes luchan por encontrar un poco de redención.

Por Xavier R. Vera (@SoyXavito)
Esta es una reedición de nuestra cobertura de la Muestra Internacional de Cineteca Nacional.

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