‘Star Wars: Los últimos jedi’ y la tensión en la fuerza

A veces no es suficiente una cabeza para pensar una película. Por eso, invitamos a dos de nuestros colaboradores a discutir Star Wars: Los últimos jedi (2017), la entrega más reciente de la saga creada por George Lucas. Iniciamos la conversación con dos preguntas: ¿Qué fue lo que vimos? ¿Por qué creen que hubo una reacción tan mixta ante una película que en el peor de los casos debería limitarse a ser complaciente con su base de fanáticos?

Rafael Paz (@pazespa): Pienso que al interior de Los últimos jedi hay dos fuerzas en contastante tensión. Una buscando imponer la visión del director y la otra cumpliendo con las máximas del estudio/equipo de producción (los mismos que decidieron correr a Miller & Lord de la película de Han Solo por quererse pasar de libertinos). Esa tensión entre ambas impide que la cinta tenga un tono definido o, de menos, concreción de ideas. A pesar de durar casi dos horas y media, me da la impresión de que se cuentan muy pocas cosas. Si entras al juego, amarás la cinta; aquellos que marquen distancia, harán exactamente lo contrario. ¿Qué piensas Jorge?

JJ Negrete (@jjnegretec): Concuerdo y siento que esta confrontación generacional se refleja tanto en la trama de la película como en su forma: desbalagada, ciertamente ambiciosa y con una copiosa cantidad de ideas y conceptos, muchos de ellos “contrarios” al dogma Jedi. Rian Johnson es un hombre hábil para malabarear ideas ambiciosas aunque en ocasiones termine tropezando con  las mismas (Looper, Brick) y lo que propone aquí no es reverencia a lo Abrams (The Force Awakens), sino iconoclastia y, como tal, un caos espectacular, pero lo que no termino de ver es ¿hacia dónde apunta esto? Considerando que la franquicia regresa a manos de Abrams en la siguiente entrega, seguramente los productores pedirán pulcritud y solemnidad… for old times sake.

@pazespa: A más de lo mismo, seguramente. Tal vez Los últimos Jedi sea un fracaso pero al menos apunta a cosas interesantes, hombres llenos de matices y fuera de los extremos simplistas impuestos por George Lucas, en los cuales solo cabe gente buena o mala. Sospecho que ese fue el punto que hizo sentir ansiosos a las cabezas del estudio. Piensa en el personaje de Benicio del Toro que, en su estado actual, parece salido de otra historia. Un hombre amoral que ante el primer problema vende su cariño al mejor postor en una galaxia que lleva años en guerra. La visión periférica nunca fue un fuerte en Lucas, por algo hemos visto las mismas familias y elementos repetirse hasta el hartazgo (ojalá la identidad de los padres de Rey se quede en el anonímato y no quieran convertirla en una heredera de un viejo clan). Abrams, aunque es un hábil artesano con momentos de verdadera inspiración, no ofrece nada nuevo sobre la mesa, es una cara conocida, un hombre sensato, obediente y muy fan de Star Wars. El riesgo no forma parte de las aventuras de esta galaxia. ¿Qué piensas de la química entre Rey y Kilo? ¿I just call to say I love you?

@jjnegretec: A varios cientos de kilómetros… que todo el mundo cabe en la Fuerza, que no hay distancias grandes para nuestro amor… Siento que es un giro necesario para una franquicia y, en general, un estudio que se ha mantenido asexual durante mucho tiempo. Que por fin permite jugar un poco con el erotismo de los personajes. Desde luego que está el clarísimo precedente de Leia en el Episodio VII, pero estaba como mero eye candy y no había algo más profundo. Digo, tampoco es que estemos ante soft porn aquí, sin embargo, va en la línea de alejar la saga de la nociva influencia de Lucas, un pueril patriarca cuya visión se estancó terriblemente y que al ceder su injerencia sobre el producto permitió que este respirará, pero remansos de este puritanismo sobreviven en Kathleen Kennedy y el hijo de Lawrence Kasdan, cancerberos feroces de tan rentable propiedad intelectual, pero creo que estamos aquí ante la entrega más “populista ” de la saga, en el sentido de que no necesitamos los midiclorianos ni la dictadura genética para poder aspirar a ser “un jedi”, en ese sentido como ves la participación de ¿Finn, Rose y Poe? ¿Amor de tres? ¿Es una mala relación?

@pazespa: Ese remix de éxitos es como de Metro Impulsora en hora pico. Regresando a la galaxia lejana, las rupturas son quizá lo mejor que puede ofrecer Los últimos Jedi, aun cuando sean pocas y se empeñen en contradecirlas o despojarlas de significado con la secuencia siguiente. Creo que hay más de una alusión sexual esparcida por la película, vemos a Rey sonrojarse ante el pecho desnudo de Kylo, también a los dos lados de la fuerza personificados en un arbol bastante ercto y un hoyo de profunda oscuridad. Go figure! Ese apoyo visual es donde mejor se ve la mano de Johnson, la cámara de Snoke, por ejemplo, llena de luces rojas saturadas o la arena roja en la última batalla como adecuado sustituto de la sangre. Son estrellas que se pierden en esta galaxia sin consistencia. ¿Por qué estará la crítica norteamericana tan emocionada?

@jjnegretec: Creo que va sobre algo que comentábamos sobre la iconoclastia, simplemente esa escena en la cámara de Snoke (que pareciera evocar el esoterismo de La Montaña Sagrada); la escena en la que el personaje de Laura Dern destruye un enorme navío del Primer Orden y que nos regala uno de los momentos más abstractos y bellos de toda la saga; y la secuencia de batalla final con esos intensos rojos. Creo que el entusiasmo es por la ruptura y el distanciamiento de la gastada visión de Lucas, pero sí comparto esta sensación de desorganización generalizada y nula cohesión que justamente impiden que la película pueda consumar el mancillar (que bonita palabra) el dogma de los Jedi, lo cual esta reventando a un sector de los fanáticos al punto que han hecho una ridícula petición para que la película sea sacada del canon y rehecha de acuerdo a los ideales y principios Jedi. ¿De verdad ya caímos tan bajo? ¿Así de caras las guayabas?

@pazespa: La verdad es que ahora la muchachada hierve al primer hervor. El problema a largo plazo me parece muy similar al de Marvel, bajo la guía de Disney: entregar películas aceptables, suficientes, medianas aunque satisfactorias que dejen al público picado a la espera de más porque en algún momento el asunto tendrá coherencia. Así no se logra la grandeza, aunque se produzcan muchos billetes verdes. La creación en serie pocas veces ha gestado frutos más allá de lo ordinario. Tal vez en estos tiempos tan convulsos, eso sea más que suficiente para mantener la maquinaria andando. Después de todo, la mayoría necesitamos esos meses de discusión de teorías locas en la oficina para distraernos, aun cuando después ni siquiera tengan que ver con el producto mismo. Necesitamos evadirnos. Ojalá fuera con una película mucho mejor que ésta.

    Related Posts

    Primer tráiler de ‘Star Wars: Los últimos Jedi’
    50 películas para el 2017 – Parte 1
    Falleció la actriz y guionista Carrie Fisher
    ‘Rogue One’: Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana
    Nuevo tráiler de ‘Rogue One: Una historia de Star Wars’
    Alden Ehrenreich, el nuevo Han Solo