No es la primera vez que el director Sam Mendes amenaza con abandonar la producción de una próxima película de James Bond. Ya al terminar Skyfall (2012) había dicho que no le interesaba continuar trabajando con los mismos personajes, pero quién sabe qué le ofrecieron que finalmente aceptó dirigir la que será la próxima entrega de la franquicia, Spectre, que aparecerá a finales de este año.
Pero el director insiste en que esta vez es en serio: “No puedo irme por ahí de nuevo. Tienes que poner todo lo demás en espera”, le dijo a la BBC. Debido a la clase de director que es, es decir, uno orientado a la construcción de una personalidad como auteur, resulta obvio que necesite ya hacer algún otro tipo de película, pero no podrá negar que quizás esto le dé la oportunidad de arriesgarse con un gran presupuesto, sobre todo si vuelve a sobrepasar la marca de los mil millones de dólares, como sucedió con SKyfall.