‘Robosapien: Cody, un robot con corazón’: Amigo de última generación

Allan Topher , ingeniero de la empresa de tecnología Kinetech Labs, ha terminado su mejor invento, el Robosapien, un robot diseñado y programado para realizar salvamentos en misiones de búsqueda y rescate, que además ha comenzado a  mostrar capacidad para desarrollar sentimientos humanos.

Cuando Allan descubre que sus jefes quieren venderle el Robosapien a Esperenza, un terrorista que quiere cambiar su programación para utilizarlo como un arma de destrucción, logra reprogramarlo para que escape, pero en la huída sufre averías, pierde toda la información que tenía registrada y, sin saber quién o qué es, va a dar a manos de Henry, un solitario e incomprendido niño genio.

Henry logra reparar a al Robosapien, lo adopta como Cody, quien se convierte en el mejor amigo y compañero de juegos que Henry necesitaba tanto. Los dos amigos deberán trabajar juntos para encontrar a Henry mientras se enfrentan a la gente de Kinetech Labs, quienes harán hasta lo imposible con tal de recuperar a su más valioso invento.

Hace unas semanas decía yo (refiriéndome a Los Pitufos 2) que los grandes estudios deberían dejar  de tener a los niños en un concepto tan bajo, que no los traten como si fueran lelos y que no porque fueran películas dirigidas al público infantil hicieran cualquier cosa nada más por cumplir y de paso llenarse los bolsillos de unos cuantos millones de dólares.

Robosapien: Cody, un robot con corazón es el ejemplo de una película que, a pesar de ser infantil, puede tener una historia decente, familiar, con humor blanco, con sus dosis de acción y que por momentos es entretenida. Tampoco digo que sea la gran película, de hecho está muy lejos de serlo, más bien tiene la pinta de esas películas que pasaban en los 90 en el Canal 5 en Cinelandia, en el horario matutino de las vacaciones de verano, pero en general está bien, aunque dudo mucho que vaya a tener grandes ganancias.

La película tiene varios puntos rescatables. Boby Coleman hace un gran trabajo, a pesar de su corta edad interpreta muy bien a Henry y tiene una química agradable con Cody. Cody y Henry protagonizan varias secuencias de acción: son perseguidos, vuelan por los aires, escapan de los malos, juegan basquetbol con los abusivos de la escuela, etc. El diseño de Cody, hecho completamente con CGI es excepcional; el robot además es quien carga con el lado cómico de la cinta, es el típico personaje es inocente pero cool al mismo tiempo, que le cae bien a todos, y que por esa inocencia termina metiéndose en líos que luego debe resolver; y quien les da una lección de vida a Henry y a su familia.

Aunque también tiene varios pecadillos. La secuencia de los Robosapiens malignos bailando es simple y sencillamente lamentable, la historia amorosa de la mamá pudieron haberla evitado, me dolió ver a Joaquim de Almeida en un papel tan pequeño e  irrelevante para su carrera (supongo tenía que pagar la renta) y uno que otro gag que no funciona (como las tácticas de ligue de la hermana mayor).

Insisto, en general la película no es mala, sí, se tambalea varias veces en el límite de serlo, pero logra mantener el equilibrio lo suficiente como para pasar de panzazo, incluso si están de simples o no son tan exigentes puede llegar a ser disfrutable.

Por Luis Arredondo

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