‘¿Quién es Dayani Cristal?’: El misterio y el protagonismo

Lo que mina la importancia de ¿Quién es Dayani Cristal? (Who is Dayani Cristal?, 2013), de Marc Silver, es una irresponsable intrusión. La muerte, vista como un destino indeseable, sobre todo en las condiciones en las que la padecen los migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, es mermada por una ilusión de recurrencia y eternidad: la recreación. En Qué extraño llamarse Federico (Che strano chiamarsi Federico, 2013) Ettore Scola resucita su amistad con Federico Fellini en una visión circense y espectacular para demostrar no sólo que su amigo es inmenso, sino infinito. La recreación simula la eternidad y representa una manera de escapar a la muerte. En el documental de Silver, Gael García Bernal actúa el viaje de un migrante hacia un funesto final para revelar no empatía, como él lo espera, sino protagonismo.

Apasionado de las odiseas (Y tu mamá también, Diarios de motocicleta, El planeta más solitario), García gusta de integrar el viaje a su propio carácter, tanto como él se introduce en sus personajes. El empalme entre actor y viajero, hombre y personaje, culmina en transformación personal. Su aventura no es para la audiencia, sino para sí, y en aras de comprender al migrante cuya muerte motiva la cinta de Silver, García se guarda sus descubrimientos. En ¿Quién es Dayani Cristal?, ni el misterio que sugiere el título ni la denuncia social ni la compenetración de García con su personaje-objeto merecen más que vislumbres. Construida de sombras, la cinta es una negación retórica, una diatriba que si denuncia, no sólo no escucha, sino que no convence, debido al arresto del significado. Pareciera que más que presentarnos a un hombre, Silver y García esconden algo y fabrican un ícono.

El director nos explica mediante sus entrevistados que el aumento de la seguridad en la frontera sólo ha provocado más muertes, pero no lo prueba; se satisface con la opinión de un grupo de forenses porque también debe reconstruir la imagen del protagonista, Dilcy Yohan Sandres Martínez, en cuyo cuerpo está tatuado el nombre, la incógnita, Dayani Cristal. Las entrevistas con la familia nos hacen suponer que Yohan era recalcadamente bueno, salvo por la revelación de que fue deportado por mezclarse en el narcotráfico en Estados Unidos. Silver no lo reconstruye ante nosotros, pero García carga un peso aun mayor al representar su viaje: comprenderlo y compartirlo.

Pero difuso entre actuar a Yohan y a la vez narrarlo, García distrae y confunde; no nos presenta al personaje en su infinita humanidad ni se enfoca en conmover mediante sus diarios de viaje. A momentos, vemos al Yohan ficticio en pantalla mientras lo narra el Gael real. Más que una exploración de lo que sintió el migrante, obtenemos la experiencia del actor. Queriendo entender a Yohan, García encuentra a Gael. Si estuviéramos ante un ejercicio metaficticio similar a los de Jafar Panahi, percibiríamos genialidad, pero frente a una condena de las brutales políticas de migración, encontramos trivialidad e, incluso, vanidad.

“En vida”, dice sobre Yohan la narración, “era invisible; en la muerte, es un misterio por resolver”; sin embargo, el misterio del título se resuelve en escasos minutos, y el del hombre, nunca. Tan misterioso para las autoridades estadounidenses como para los cineastas, y por ende para la audiencia, Yohan crece de cadáver a nombre, acaso a inspiración, pero no a persona. Enmascarado por el anonimato y las palabras gentiles de quienes lo conocieron, Yohan no es mucho más que un mártir que carece de individualidad.

El intento de García por capturarlo es un fracaso, y por ello una intrusión; el mensaje de la cinta, por sus enormes ambiciones, se desvanece en la vaguedad, y la denuncia conmueve, porque la muerte es conmovedora, pero la creación se derrumba. Como inesperadamente lo sugiere su título, ¿Quién es Dayani Cristal? no es una respuesta, sino una interrogación larga y vacilante que su productor y actor se contesta a sí mismo, y su director no sabe preguntar.

Por Alonso Díaz de la Vega (@diazdelavega1)

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