El cine producido en México se encontraba en estado de fiesta celebrando el rotundo éxito que han tenido a nivel internacional propuestas como Heli o incluso No sé si cortarme las venas o dejármelas largas en nivel país, elevando los estándares del cine nacional y confirmando que, en efecto, hay buenos directores en territorio azteca que saben llevar a la pantalla grande historias interesantes.
Diente por diente no es precisamente esa película que lleve consigo la firma del buen cine concebido en México; y eso es algo que su director y guionista, Migue Bonilla, sabe a la perfección. Después de haber proyectado el filme a la prensa, el director tuvo que afrontar el hecho de que es difícil que un largometraje de esta naturaleza logre llamar la atención del público ante las seductoras propuestas del palomero cine de Hoolywood.
Darío Ripoll, Alfonso Borbolla y Miguel Bonilla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
A pesar de que el estreno es a nivel nacional, únicamente serán 15 copias las que se distribuirán a lo largo del país, esperando que la respuesta del público sea favorable y de ese modo, la película logre atraer a un mayor número de espectadores. Al parecer, la productora Fidecine ha logrado pactar con Cinépolis y Cinemark (importantes compañías en el país) para que sea posible visualizar dicha producción en sus salas y están en negociaciones con Cinemex para que de ese modo el público tenga acceso fácil a la obra escrita y dirigida por Bonilla.
“Tengo muchas ganas de que la gente vea Diente por diente, y que encuentren en ella una opción de entretenimiento para pasarla bien y que signifique un rato de reflexión y de reflejo”, confesó el director de la cinta cuando se le preguntó cuáles eran las expectativas que tenía sobre su ópera prima y las oportunidades que ésta tenía para llamar la atención del público.
El director Miguel Bonilla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
El realizador explicó que el proceso de filmación duró únicamente 6 semanas y con un presupuesto que rozaba aproximadamente los 14 millones de dólares. A pesar de que el proyecto se filmó desde el 2011, los realizadores no dieron explicaciones del porqué el retraso para estrenarla oficialmente.
“Tuvimos la suerte de contar con un casting muy afortunado” reveló el director al querer remarcar lo agradable que fue la experiencia de rodaje. Del mismo modo confirmó que su intención era hacer “una obra atemporal y una comedia con un tono obscuro y un tanto surrealista”, así fue como respondió el director ante los cuestionamientos sobre la ambientación y el tono absurdo de la trama.
“La película la escribí en 2008 cuando recientemente me acababan de asaltar” reveló Bonilla a la prensa. “Creo que les encanta robarme”, bromea para identificarse con todo mexicano que ha vivido la experiencia de un robo o un asalto.
Alfonso Borbolla y Miguel Bonilla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
El realizador mexicano confesó también que ha sido el guión que menos tiempo le ha llevado escribir, tardándose cuando mucho 2 meses en concluirlo. Su intención en un principio era hacer una historia sobre buscar la justicia en la sociedad, pero el personaje principal concebido por él mismo, se terminó adueñando por completo de la historia.
Así mismo, hizo referencia al clima violento que acobijaba el país al momento de escribir el guión. “Del mismo modo tenía miedo de que el tema perdiera vigencia y al contrario, es más vigente que nunca. El gobierno nos brinda todo menos seguridad”.
El actor principal, Alfonso Borbolla, de igual manera contestó los cuestionamientos de la prensa, revelando que se trataba de su primera participación en una producción de este calibre. “El personaje de Kramski (nombre del protagonista) es para cualquier actor un personaje increíble de hacer porque lleva muchos problemas dentro. El personaje tiene un dilema que es fascinante interpretar”, remata el actor para convencer a la audiencia de acudir a visualizar la cinta. Por otra parte, el coprotagonista, Dario Ripoll, agradeció al director por otorgarle por primera vez un personaje trascendental en la trama.
Darío Ripoll, Alfonso Borbolla y Miguel Bonilla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
A pesar de la convicción de los actores sobre la calidad de la película, el director tuvo que hacer frente a las críticas de algunos reporteros que atacaban algunos puntos de la película, tal y como secuencias demasiado absurdas o personajes innecesarios. Por último, Bonilla aclaró que Diente por diente fue la última participación en pantalla de Carlos Cobos, lo que llevó a incluir una dedicación para el respetado histrión durante los créditos finales.
De ese modo, a pesar de los animados comentarios que ofrecieron los involucrados del filme, los asistentes se retiraron con una expresión en la que se leía que, a pesar de la intención de apoyar el cine producido en México, Diente por Diente no es la película que llevará los estándares del género a la cumbre cinematográfica.
Por Víctor López Velarde Santibáñez (@Victor_LoVSa)
Fotos por Mariana Mier (@marianayayaya)
Alfonso Borbolla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
Darío Ripoll y Alfonso Borbolla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
Darío Ripoll y Alfonso Borbolla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
Darío Ripoll, Alfonso Borbolla y Miguel Bonilla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
Miguel Bonilla. Foto: Mariana Mier (@marianayayaya)
