‘¡Piratas! Una loca aventura’: La sencillez de un buen arrrgh

El Pirata Capitán ha pasado años buscando ser nombrado Pirata del año, junto a su tripulación y Polly, su “perico” pirata, ha surcado los siete mares para hallar los más grandes tesoros y cometer las más grandes villanias. Lamentablemente, siempre cae ante sus rivales Black Bellamy, Cutlass Liz y Peg Leg Hastings, pero la aparición del cientifico Charles Darwin podría cambiar su pésima suerte y lograr el tan anhelado galardón, cuando Darwin descubra que Polly no es un perico sino un dodo, un ave que se pensaba extinta por varios cientos de años.

¡Piratas! Una loca aventura (The Pirates! Band of Misfits, 2012) es la nueva película de la productora Aardman Animation, el lugar donde se creó de Pollitos en fuga (Chicken Run, 2000) y Wallace y Groomit en la batalla de los vegetales (Wallace & Gromit in The Curse of the Were-Rabbit, 2005).

Al igual que en sus producciones anteriores, ¡Piratas!… destaca por su humor sencillo, que no simplón o lelo –ése estilo Roberto Gómez Bolaños–, que nace de su atención al detalle, como los nombres de los piratas del barco, así tenemos al Pirata Capitán, Pirata con Bufanda, Pirata Albino, Pirata con Gota, Pirata de las Curvas Sorprendentes y el Pirata que gusta de los atardeceres y los gatos. Como les decía, la clave está en el detalle, gracias a que la tripulación tiene sólo apodos resulta bastante más sencillo que niños y grandes se familiaricen con los personajes.

Uno de los puntos fuertes de la cinta es su guión, que se aprovecha de todos los clichés que existen sobre piratas y los explota en favor de la historia –situación que tambióen explotaban en sus producciones anteriores–, complementado con una buena toma de decisiones, como dejar de lado un posible romance entre el Pirata Capitán y el Pirata de las Sorprendentes Curvas. Estos sucios bucaneros de altamar son tan torpes que resultan entrañables, algo que Jerry Bruckheimer no pudo lograr después de la primera entrega de Los Piratas del Caribe (2003) junto a un sobreactuado Johnny Depp.

Además el nivel que ha alcanzado Aartman Animations en el campo del stopmotion es equiparable a lo logrado por Pixar con animación digital. De nuevo, el buen ojo para el detalle es clave.

Es refrescante ver que todavía se pueden ver cintas para niños que no abusan de las explosiones y la violencia en pantalla para atraer su atención. Que es posible entretener gracias a un buen libreto y no a la cantidad de superheroes que aparecen en pantalla o al grado de ron que el Capitán Jack Sparrow tiene en la sangre.

Arrrgh.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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