‘Mi gran oportunidad’: Cantando al éxito

Paul Potts siempre ha soñado con ser cantante de ópera. Desde niño tomaba clases de canto; estuvo en el coro de una iglesia, tenía pósters de Pavarotti en las paredes de su cuarto y pasaba el día escuchando las obras de grandes compositores como Puccini o Verdi. Pero su afición y su sensibilidad hacia la música trajeron como consecuencia que en la escuela lo tacharan de maricón y fuera víctima de abusos por parte de los gandayitas del colegio.

Dichas experiencias hicieron de Paul una persona insegura con una vida tranquila, monótona y frustrante como asistente en una tienda de celulares en una provincia de Gales, mientras sus sueños de ser cantante se veían cada vez más lejanos. Pero cuando en una sala de chat conozca a Julie Ann, su futura esposa, Paul encontrará el apoyo que tanto necesitaba y volverá a luchar para realizar sus sueños y llevar una vida dedicada a la música.

Basada en la historia real del ganador del concurso Britain’s Got Talent de 2007, Mi gran oportunidad (One Chance, 2013) cuenta la forma en que Paul Potts, una persona de clase baja, tuvo que luchar para poder vencer todos los obstáculos que le impedían entrar al celoso, cerrado y elitista medio de la ópera en la Gran Bretaña. A pesar de haber asistido a una escuela de ópera en Venecia, todo parecía estar en su contra: nadie quería contratarlo, sufría innumerables accidentes y enfermedades, además de tener que enfrentar burlas, acosos y falta de apoyo, pero sobre todo sus propios miedos e inseguridades, que crecieron en él desde que era niño.

La trama es de esas color de rosa que dejan como mensaje que mientras no dejes de soñar y luches por lo que quieres puedes conseguir cualquier cosa, sobre todo tomando en cuenta que fue basada en una historia real. El problema es que cuando en una película ya sabes lo que va a suceder al final (ya sabemos que  Paul va a salir victorioso del Britain’s Got Talent), todo lo que pase antes de llegar a ese punto debe de ser contado con la suficiente fuerza e inteligencia para que el espectador continúe interesado en la historia, cosa que no se logra.

Supuestamente la falta de confianza en sí mismo era la razón principal de por que Paúl no lograba destacar en algo en lo que era bueno, pero la forma en que lo muestran en la película más bien pareciera que en lugar de ser inseguro es una persona tonta con quien difícilmente se logra sentir empatía  y más bien llevan a uno a preguntarse si es posible que haya gente tan estúpida.

Las obras con las que musicalizaron la historia están completamente desaprovechadas; si vas a tener a la mismísima Nessun Dorma de Puccini como aria principal de la película, hay que explotar toda su belleza lo más que se pueda, sobre todo si es una pieza tan importante en la vida del protagonista, pero cada vez que se escucha esa o cualquier otra de las piezas operáticas que supuestamente inspiraron al personaje, Con Te Partiro, La Donna e Mobile, Gloria all’Egitto, etcétera, lo hacen de manera tímida y discreta y no levantan la escena de la manera en que lo hubieran podido hacer.

La historia de Paul Potts es interesante. Al final logró vencer la adversidad, pudo confiar en sí mismo y logró su sueño de ser cantante (además de vender millones de discos y ya no volver a preocuparse por dinero). Sí, es el ejemplo de un luchador, un ejemplo de vida; lo malo fue la forma en que nos contaron su historia. No la aprovecharon como hubieran podido. No estuvo tan mal, pero pudo ser infinitamente mejor.

Por Luis Arredondo