Machete: El chiste original era mejor

Seguro alguna vez en sus vidas alguien a su alrededor ha dicho un excelente chiste, con el cual todos ríen e inmediatamente lo almacenan en su memoria, sólo para que acto seguido otra persona dentro del circulo repita el chiste y le agregue algún elemento a la broma original tratando de hacerlo más gracioso, logrando únicamente matar el chiste. Eso es Machete (2010, Robert Rodríguez / Ethan Maniquis).

Cuando Robert Rodríguez unió fuerzas con Quentin Tarantino para homenajear a las Grindhouse –salas de cine dedicadas exclusivamente a pasar filmes de bajo presupuesto– de su niñez, decidieron continuar con la tradición y entre funciones anexaron varios trailers falsos filmados por amigos suyos. Rob Zombie (Werewoman of the SS), Edgar Wright (Don´t), Eli Roth (Thanksgiving) y el mismo Rodríguez (Machete) fueron los participantes de la broma.

Machete tuvo tanto éxito entre el público que decidieron realizar la película del tráiler. Irónico, es como en Ed Wood (1994, Tim Burton) cuando a Edgar Wood Jr le ofrecen hacer un filme sin tener el guión pero, para su sorpresa, ya tienen el poster para promocionarlo.

La idea original de Machete era sublime y hermosa, sarcasmo puro. El largometraje, a pesar de seguir el mismo camino, no logra mantener el ritmo ni la chispa de su versión corta. A pesar de esto Robert Rodríguez se consolida como todo un autor cinematográfico, todos sus filmes tienen un sello tan distintivo que no dan lugar a la confusión, su cine es una combinación de farsa, los Almada y varias botellas de tequila blanco.

Danny Trejo hace el mejor el papel de su carrera, de eso no hay duda, pero seamos honestos ¿Cuántas películas donde actúe Trejo pueden recordar? ¿Cuántas son bajo la dirección de Rodríguez? Además siguiendo la línea de la farsa, el elenco que lo acompaña no podría ser mejor. Cheech Marin como un sacerdote hermano de machete, Robert De Niro, un senador republicano; Steven Segal, un narcotraficante mexicano disfrazado de Victoriano Huerta; Jessica Alba, una agente de aduanas que se enamora de Machete; Don Johnson, un redneck que asesina ilegales en la frontera y varios más.

Es exactamente en los actores donde el filme encuentra su mayor fortaleza, cada uno de ellos desempeña su papel de la mejor manera posible, empezando por Lindsay Lohan interpretando a una niña rica que gusta de grabar videos pornográficos para la internet en compañía de su madre –al menos la chica sabe reírse de sí misma– así la fortaleza del director y de la cinta se vuelve una. Recordemos la filmografía de Robert Rodríguez, lo que sobrevive la barrera del tiempo es el trabajo de los actores, nada más.

Machete bien pudo haber sido una película que criticara el momento que se vive en los estados fronterizos de los Estados Unidos, Robert Rodríguez por sí sólo ejemplifica perfectamente aquello contra lo que están peleando los sectores más conservadores de la política estadounidense. Descendiente de inmigrantes mexicanos al director le faltó capacidad para llegar al humor negro y no quedarse estancado en la mera sátira de aquello que más critican los del Tea Party. Ese es el problema con Machete se estanca en el mero pastelazo y sí, en efecto, se va a reír durante la proyección, obteniendo solamente un rato de “sana” diversión.

Y así es como podemos definir toda la filmografía de Robert Rodríguez, como un mero ejercicio de entretenimiento, a pesar de ser todo un autor como director.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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