‘La Era Del Rock’: Una apuesta alta que paga poco

La historia se ha contado muchas veces: una joven inocente deja su pueblo natal para perseguir su sueños en la gran ciudad. Ahí conoce a un joven citadino con metas similares y buen corazón. Practicamente es amor a primera vista. Aparecen algunos obstáculos en el camino, pero ninguno deber ser tomado en serio. El amor triunfa sobre todo. Ahora sólo se agregan coreografías y música de hair metal ochentero. El resutado es la historia de La Era del Rock. Sencillo.

Los musicales, al menos desde mi perspectiva, sufren de varios estigmas, justificados o no. Uno, y de los más grandes, son las situaciones poco realistas que los protagonistas y extras eligen para cantar y bailar. Desde que uno se entera que la película, cualquiera que sea, pertenece a este género, se debe dejar de lado esta queja, pues renegar de este aspecto es negar la esencia misma de lo que es un musical. Otro problema es el uso forzado de canciones en vez de diálogo que se siente poco natural.

Afortunadamente en la película ese sentimiento se ve minimizado pues la trama gira en torno a lograr el éxito en la industria musical, que en esa loca década aún se encontraba saludable y próspera, y se centra en estereotipos muy marcados, pero que funcionan en el marco exagerado en el que transcurre la acción.
Aunque el argumento es sencillo, la trama parece perder enfoque por momentos, o más bien tener muchas cosas en que concentrarse. Personajes centrales desaparecen por periodos extensos, en cambio, aspectos que parecen secundarios toman relevancia para después irse también.

Los personajes son sencillos. Todo el elenco hace un buen trabajo en el aspecto vocal y coreográfico, que aquí es lo principal. Tom Cruise, como el vocalista decadente Stacee Jaxx, se muestra creíble, pero su actuación no representa un alejamiento radical a lo que se le ha visto hacer en otras ocasiones. De nuevo, su mayor logro se da en los apartados vocales y coreográficos.

Alec Baldwin y Russel Brand son el núcleo cómico en la cinta y aciertan con sus intervenciones y chistes en algunas ocasiones, pero la mayoría de las veces sus líneas se sienten fuera de lugar, en especial durante su interpretación a dueto de la canción Can´t Fight This Feeling.

El resto del elenco, incluidos Diego Boneta y Julianne Hough, como Drew Boley y Sherrie Christian, respectivamente, lo hacen bien a secas, a excepción de Catherine Zeta-Jones que en todo momento se ve incómoda y tiesa, aún más cuando tiene que cantar y bailar. Todo esto se suma para lograr una película regular. Una película regular y muy, muy, larga.

Por Xavier R. Vera (@SoyXavito)

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