Honeyland: La miel y la indiferencia ambiental

En la actualidad, las prácticas ancestrales sobreviven gracias a la creencia en la preservación de las mismas. Una de ellas es el método de recolección de miel y el cuidado de las abejas, las cuales están en peligro de extinción a causa del cambio climático, incendios e, incluso, por la propia negligencia humana.

Más allá de explorar el respeto por la naturaleza y la atención al hábitat, Honeyland (2019) retoma elementos del cinema verité y vislumbra las interacciones sociales perjudicadas por la imposición personal. Hatidze es una recolectora de miel de una zona remota de Macedonia del Norte que vive con su madre. Su calmada rutina se ve modificada tras el arribo de una familia nómada turca.

En el filme nominado a los premios Oscar como Mejor Documental y Mejor Película Internacional, los realizadores Tamara Kotevska y Ljubomir Stefanov retratan un modo de vida basado en los acontecimientos en torno a Hatidze y su labor en la preservación de la miel, con una connotación ecológica que exhibe la inconsciencia humana que prevalece en sectores sociales.

La fotografía de Fejmi Daut y Samir Ljuma se enfoca también en la intimidad de las interacciones familiares, el escenario natural que acoge a las abejas en su hábitat y el ritmo de vida en un poblado alejado de la urbe, así como en la dedicación de su protagonista en su labor como recolectora y en preservar una enseñanza antigua que establece la toma de una mitad de la porción de miel del panal para evitar un desequilibrio natural.

El precepto de vida de Hatidze determina el curso del relato. Kotevska y Stefanov captan, a través de la contemplación, los detalles en la relación de la protagonista con su madre (mujer con una pronunciada ceguera que pierde su salud física de manera paulatina) y la venta de jarras de miel en una metrópoli ajetreada, así como en el trato benevolente de ella hacia sus nuevos vecinos. Así, su inicial relación con Sam, un ganadero que se escucha más a sí mismo que a los consejos de su entorno cercano, decrece cuando el hombre adquiere su propia colonia de abejas.

Los animales reflejan la relación entre la familia turca y la propia Hatidze. Los close-ups hacia sus comportamientos retratan una calma inicial que cambiará por las malas prácticas de Sam con sus abejas, iniciando así una confrontación que terminará por perjudicar su amistad.

Agridulce en el retrato de las relaciones humanas, Honeyland, además de realizar una reflexión sobre el respeto por la naturaleza, utiliza una narración realista para recalcar la soledad y el choque de ideas tradicionales y capitalistas, así como la transición de las relaciones sociales por las circunstancias de la vida, tal cual el cambio de la calidez del verano a la frialdad del invierno.

Por Mariana Fernández (@mariana_ferfab)