Diarios del FICM – Cancionero fílmico

Otras tres películas estrenadas en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) representan ahora bizarras experiencias musicales por parte de tres grandes cineastas franceses: Michael Haneke se pone a tono con una versión en karaoke de Chandelier, de Sia; el ex extremista Bruno Dumont nos deleita con un anti musical goth rock sobre la infancia de Juana de Arco; y, finalmente, la dama Claire Denis le canta al amor sin usar una sola nota musical. Ya ni el Festival OTI en sus buenos tiempos…

  • Happy End: Tírame un snapchat, Haneke

La nueva película del celebrado cineasta austríaco Michael Haneke se centra en episodios de la vida de una familia burguesa y las tribulaciones que atraviesa cada uno en su doloroso y vacuo existir, seres devorados por crisis internas y así, bien intenso y duro contra la humanidad.

Aunque pudiera parecer simplemente un greatest hits de la filmografía de Haneke dirigida por su hilarante cuenta falsa de twitter, la película parece funcionar mejor como una macabra comedia que como una película “de Haneke,” algo similar a lo que le paso a Hitchcock con The Trouble with Harry (1963). Es dudoso que la intención del austríaco haya sido esta, pero sin duda esa perspectiva genera una lectura mucho más interesante que lo que la película tiene para ofrecer.

La mera presencia del flamante elenco encabezado por Isabelle Huppert, Jean Louis Trintingnat y Mathieu Kassovitz contribuye a esta sensación de familiaridad, que cuenta entre sus escasas novedades con un histérico joven haciendo contorsionismo mientras entona una canción de Sia en un karaoke o una niña documentando el asesinato de su hámster vía snapchat, imágenes y conceptos que más que perturbadores, resultan tan risibles como un “final feliz” en estos tiempos.

  • Jeanette: L’enfance de Jean d’Arc: Es casi una experiencia religiosa…

Basada en los escritos de Charles Peguy, la más reciente película del cineasta francés Bruno Dumont presenta pasajes de la vida de una joven Juana de Arco en los que se expone su encuentro con diversas figuras que trazaron la ruta que tomó para convertirse en el personaje histórico que hoy conocemos… ah, pero todo el asunto se trata de un musical con música original compuesta por el enigmático Igorrr.

Continuando con la experimentación iniciada en su oscuramente infantil miniserie P’tit Quinquin (2015) y el fino absurdismo de Ma Loute (2016), Dumont presenta lo que quizás, a la fecha, sea su trabajo más libre en términos de convenciones, no solo narrativas y formales, sino taxonómicas.

Jeanette es una criatura francamente extraña: un musical de pronunciado amateurismo, de coreografías francamente torpes, textos de Peguy convertidos en largas canciones de prosa, montones de humor involuntario y una vibra de pastorela de primaria que fácilmente desesperarán a quien espera encontrar algo remotamente cercano, en superficie, a lo que han presentado cineastas como Dreyer, Rosellini o Bresson sobre la misma Juana de Arco.

Algunos dirán que Dumont ha perdido completamente la cabeza, pero, tal vez, haya encontrado la cordura suficiente para entender que la libertad artística implica un radical desafío a la convención, tal como lo entendió y padeció una joven niña llamada Juana.

  • Un bello sol interior: ¿Cómo te va mi amor? ¿Cómo te va?

Antes de embarcarse en lo que quizá será su proyecto más ambicioso a la fecha (la película de ciencia ficción High Life), la gran cineasta francesa Claire Denis se inspiró y realizó una anti-adaptación del libro Fragmentos de un discurso amoroso del semiólogo francés Roland Barthes presentando la historia de Isabelle, una mujer (Juliette Binoche) que a través de varias conversaciones con distintos hombres, busca el verdadero amor.

Algunos críticos describieron la más reciente película de Claire Denis como una película de Nancy Meyers (Enamorándome de mi ex, 2011) dirigida por Eric Rohmer (L’amour al’apres midi, 1975) y lo cierto es que se trata de un ejercicio que va en una línea de discreta sobriedad, sin pirotecnias actorales, reveladores soliloquios sobre el amor, ni se trata de una comedia romántica sosa. Lo que Denis busca es capturar los intersticios del amor, las conversaciones en las que se filtra la intimidad, no a través de exponerlas, sino de ocultarlas.

En sus encuentros con actores como Alex Descas, Xavier Beauvois, Nicolas Duvauchelle, Valeria Bruni Tedeschi y un hilarante e inspirado final con Gerard Depardieu, como un conmovedoramente solitario vidente, la Isabelle de Binoche ilustra con refrescante naturalidad lo que Barthes describe en su libro: la incesante complejidad del amor y la eterna incógnita de realmente haberlo conocido. ¿Se puede pensar el amor? Denis, una cineasta tan sensorial como racional.

Por JJ Negrete (@jjnegretec)

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