El ganador de la Palma de Oro, Abbas Kiarostami, murió a causa del cáncer gastrointestinal que le afectaba desde hace unos meses. Tenía 76 años. El director “había viajado a Francia para realizar un tratamiento, ha muerto”, informó la agencia de noticias semioficial iraní Isna.
El cineasta iraní era uno de los consentidos del circuito de festivales (y de nuestros corazones). En 1997 se hizo acreedor al máximo premio del Festival de Cannes gracias a su trabajo en El sabor de la cereza (Ta’m e guilass)
Kiarostami era considerado parte de la ‘Nueva Ola’ iraní,un grupo de realizadores que durante los años setenta firmó cintas con un gran contenido político y filosófico, buscando romper las barreras impuestas por el régimen, junto a directores como Masoud Kimiai, Sohrab Shahid Saless, Dariush Mehrjui, Bahram Beyzai, Nasser Taghvai o Parviz Kimiavi.
Quizá nadie lo pudo definir mejor que Jean Luc-Godard: “la cinematografía empieza con D.W. Griffith y termina con Abbas Kiarostami”. Descanse en paz.