‘El sorprendente Hombre Araña 2’: El regreso de las mallas

Han pasado un par de años desde que Peter Parker (Andrew Garfield) se calzó unas ceñidas mallas y juró no acercarse más a Gwen Stacy (Emma Stone) para mantenerla fuera de todo peligro. Pero las hormonas en los adolescentes son fuertes y le está costando trabajo mantener su promesa. Además, salvar a la ciudad es un trabajo de tiempo completo y detenerse a pensar es imposible. La llegada de un nuevo villano probará una vez más sus límites… ¿vale la pena ser superhéroe?

El sorprendente Hombre Araña 2: La amenaza de Electro (The Amazing Spider-Man 2: The Rise of Electro, 2014) mantiene las virtudes de su predecesora y amplía los defectos de aquella. En la primera entrega, un villano mal dibujado y un guión que tenía en mente colocar el tercer piso de una franquicia sin haber hecho la cimentación primero, provocaban que la buena mano del director Marc Webb con sus actores se perdiera en un mar de incoherencias.

La estrategia de Sony quizá funcione en el plano financiero –después de todo, así fue como Marvel se convirtió en un estudio multimillonario–, pero narrativamente la estrategia comienza a mostrar sus grietas. Hay tantas subtramas que la mayoría son presentadas de manera ligera, podrían desaparecer y el producto final no sufriría. ¿La tía Mae, enfermera? Ante eso El sorprendente Hombre Araña 2 carece de un centro temático; no es que falten tópicos, al contrario, más bien todos tratan de cruzar la puerta al mismo tiempo.

Como los villanos, bien decía Alfred Hitchcock que entre más logrado estaba el malo, más lograda era la película. Quizá los antagonistas terminen de cuajar en las siguientes aventuras del vecino favorito de Nueva York; aquí resultan algo planos.

Los mejores momentos llegan cortesía de la química generada en pantalla por Andrew Garfield y Emma Stone, nada extraño dado su noviazgo fuera del set. Webb lo sabe –no olvida sus días de cineasta independiente romanticón de 500 días con ella (500 Days of Summer, 2009), después de todo–, y ahí pone el énfasis. Las escenas parecen salidas de otra cinta, mucho más atractiva de la que se nos presenta.

En apariencia, El sorprendente Hombre Araña 2 es una película más profunda que otras películas de superhéroes; parece que el mago sí guarda algo bajo el sombrero. Algún rasgo mítico. Sin embargo, cuando todo el humo se disipa, la ilusión se hace patente. El sombrero siempre estuvo vacío.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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