‘Educando a mamá’: La catarsis del adulto joven

El momento en que dejamos de ser adolescentes —x, somos chavos— y comenzamos a ser adultos es algo difuso y difícil de precisar. Para algunos el proceso se da paulatinamente, no es uno sino varios hecho los que convierten a esa persona en alguien maduro; otros, en cambio, necesitan de un evento catártico para lograr el cambio; y hay varios a los que la adultez nunca les llega y viven perpetuamente como adolescentes.

Ansiedad (Cierra Ramirez) es una jovencita que vive con su madre, Grace (Eva Mendes), quien está muy ocupada con su trabajo en una marisquería, sus deudas y su novio —un hombre casado— como para ponerle un atisbo de atención. Ante la situación, Ansiedad decide que lo mejor es madurar lo más pronto posible y abandonar a su mamá al convertirse en adulta. Después de ver muchas comedias juveniles de los 80 y un par de clases de análisis literario, nuestra protagonista traza un plan para llegar a la madurez.

Educando a mamá (Girl In Progress, 2012) es el nuevo trabajo de Patricia Riggen, quien conquistara al público hace un par de años con su ópera prima La misma luna (2007). Para su segundo largometraje Riggen mantiene la vena melodramática y a los migrantes como personajes principales, pero sin caer en lo tremendista.

Si bien no coincidieron en taquilla, la película de Riggen se emparenta con la más reciente de Jason Reitman, Young Adult (2011). Ambos largometrajes tienen como figura central a una mujer que por algún motivo no terminó de madurar y que parecen ser la continuación de los protagonistas de alguna película de John Hughes.

La diferencia es la forma en que cada director trata a sus personajes: mientras Reitman despliega una marcada misantropía, Riggen los trata con cariño y condescendencia. Ninguno de los dos caminos es incorrecto, más bien pertenecen a visiones e idiosincrasias distintas. A pesar de que su cinta esté hablada en inglés y filmada en Canadá, Riggen no niega ser mexicana y estar influenciada por los melodramas de la época del Cine de Oro en México.

Educando a mamá se recarga en el carisma de su elenco, desde Cierra Ramirez hasta Eugenio Derbez, pasando por Eva Mendes y Espinoza Paz. Estos dos últimos, una obvia elección de star appeal para ambos lados del Río Bravo.

Es curioso el caso de Eugenio Derbez, en México nadie lo toma en serio y su comedia parece sufrir un estancamiento desde hace un par de años, al menos. Patricia Riggen es la única que parece tener la suficiente confianza en Derbez para otorgarle papeles serios. En Girl In Progress, el cómico responde a la confianza de la cineasta y se desempeña de manera solvente como Mission Impossible, un indocumentado malo para el inglés que se enamora del personaje principal.

La Grace de Eva Mendes es una mujer atorada en su etapa más juvenil, incapaz de tomar una sola decisión acertada y que huye cada que algo sale mal en lugar de enfrentar los problemas. El perpetuo e inexistente borrón y cuenta nueva. De ahí que su hija parezca más centrada que ella, aunque en realidad no lo sea.

Al final, no importa si fuiste la reina de la preparatoria y todos querían contigo, o una chica latina con una madre desatenta —incluso, un hombre que vive todos los días el mismo día—.  Convertirse en adulto duele, la catarsis es la salvación del adulto joven.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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