La frente ensangrentada del Perro Aguayo es, sin duda, una de las imágenes definitivas del México de los 80 y 90. Para aquellos que lo vieron durante esos años, es imposible olvidar su intensidad y su arrojo en cada lance. Era brutal, sí, también era un profesional en cada lucha. Pagar un boleto por verlo pelear significaba tener garantizado el espectáculo.
El documental Un México Perro. El héroe verdadero (2021), dirigido por Rafael Aparicio y Andrés Klimek, intenta de manera entrañable dar testimonio de ese arrastre popular, subrayar la importancia del personaje creado por Pedro Aguayo Damián no sólo para el público de la lucha libre, sino para sus compañeros de profesión.
Uno a uno rostros enmascarados y al natural toman turno frente a la cámara, interpelan a la lente como tantas veces lo hicieron con Aguayo entre las cuerdas: sosteniendo la mirada, hablando de frente. Así aparecen los testimonios de Canek, Irma González, Sangre Chicana, Rey Misterio, L.A. Park, Konan, Cien Caras, Máscara Año 2000 y muchos más que, aseguran una y otra vez, tuvieron la dicha de cruzar camino con “un perro de calidad”, como dice Máscara Año 2000, “uno nunca lucha de mentira”.
La película se divide en tres caídas, como dicta la tradición. La primera está dedicada a los recuerdos sobre el ring de sus compañeros de profesión y a repasar las grandes rivalidades que sostuvieron. La segunda plasma el impacto del legendario luchador en la cultura popular, su arrastre con el público.
El documental dedica su último tercio a la familia Aguayo, tal vez el tesoro más grande en la vida del Perro, y el fallecimiento de su hijo tras un encuentro con Rey Misterio, acontecimiento que lo transformó en sus últimos años de vida. “Cada día se nos murió un poquito”, dice una de sus hijas a cuadro al recordar la partida de su hermano y los efectos que tuvo en su padre.
Más que un documental, ésta parece ser una carta de despedida. Intención que se acentúa por la relativamente reciente muerte de Perro Aguayo en el 2015. Es un tributo poco interesado en explorar los posibles claroscuros del personaje. Incluso, la trágica muerte de su hijo sobre el ring sólo es abordada de manera circunstancial y evitando cualquier tipo de polémica o análisis más profundo sobre lo sucedido.
Esto hace que Un México Perro. El héroe verdadero se alinee con muchos otros documentales sobre figuras públicas de reciente manufactura –The Bee Gees: How Can You Mend a Broken Heart (2020) o Miss Americana (2020), por ejemplo–, en los cuales realizadores, publicistas y agentes se encargan de crear con venía del documentado o sus herederos una imagen positiva que se conserve a posteridad.
Quizá los creadores de Un México Perro. El héroe verdadero no diseñaron el proyecto como lo hicieron las estrellas de la música arriba nombradas, sin embargo, el resultado es muy similar. ¿Era Pedro Aguayo un gran hombre? Claro, pero si el deseo es conocerlo más a fondo como ser humano habrá que esperar en el futuro otras tres caídas. Por ahora, tenemos este video de despedida.
Por Rafael Paz (@pazespa)
