Piensen en ¿Y tú cuánto cuestas? (Olallo Rubio, 2007), añádanle un toque de ese cine experimental “no narrativo”, y así tendrán en mente una idea sobre lo que es Soy México (Christian von Borries, José Elguezabal, 2013), documental de 60 minutos que se presenta en Distrital 2013 como parte de los estrenos mexicanos.

La razón para mencionar el filme de Olallo Rubio es que aquí también se tocan temas como el capitalismo y el impacto que tiene en todos nosotros como individuos, además de que es presentado tanto en español como en inglés. Es un tema bastante explorado por lo que Soy México busca jugar con el lenguaje. Sin duda es una película que difícilmente se podrá ver después de Distrital 2013 y si bien no es material tan brillante que se vuelve obligado, sí expresa bien sus ideas y existen varias imágenes que son un logro para los documentalistas.

La cinta parte diciendo que es “ciencia ficción” y de hecho todo comienza con un equipo de hombres en busca de ovnis (sí, leyeron bien, ovnis). Pero, ¿qué es lo único que vuela por el cielo del Distrito Federal? Aviones militares, y eso que no estamos en guerra. En la conferencia de prensa posterior a la función, el co-director José Elguezabal comentó que su documental tiene mucho que ver con la clásica frase “la realidad es más extraña que la ficción”. Son precisamente las imágenes provenientes de una exhibición militar en el zócalo capitalino las primeras que nos meten de lleno al filme, comprobando que la realidad siempre será más perturbarte que cualquier historia sobre objetos voladores.

Vemos primeramente a un niño tomándose la tradicional foto a lado de un soldado. Es una escena hasta cierto punto inocente, y las sonrisas aún llenan la pantalla. Pero después, otro niño es capturado por los documentalistas mientras toca el arma principal de un tanque. La guerra como objeto de veneración. Soy México se mueve por medio de imágenes diversas por lo que si bien se deja a un lado la filmación en el Zócalo, ésta vuelve a nuestra mente gracias a material proveniente de otros lugares. En algún punto, por ejemplo, se muestra a unos hombres posando para la foto en medio de una fiesta con una mujer bastante atractiva.

Elguezabal y su compañero alemán Christian von Borries usan varios recursos a lo largo de la cinta. El principal son las frases provenientes de Raw Materials for a Theory of the Young Girl (texto por Tiqqun). Éstas hacen que la pantalla se congele, y sin duda algunas se quedan con nosotros –“la seducción es el nuevo opio de las masas”–. Otra característica de Soy México es que trata de interactuar con el público, a casi todas las frases se les deja un espacio en blanco para que cada miembro de la audiencia la complemente en su cabeza. Y siguiendo con esa noción, constantemente aparece la indicación “favor de googlear”, por si queremos saber más de los temas o personajes mencionados.

Todo esto es, al principio, algo fresco pero conforme pasa el tiempo el documental se vuelve bastante repetitivo, y sin duda habrá quien lo vea como una simple ilustración del texto de Tiqqun. Como otro filme de la sección estrenos mexicanos de Distrital 2013, El Tercer Sendero (Jimmy Cohen, 2013), la obra de Elguezabal y von Borries termina cansando al espectador, a pesar de durar sólo una hora, con algunas secuencias demasiado largas y sin mucho impacto.

Aún así se agradece que este par de músicos convertidos en cineastas trate de acercar a la gente a reflexiones interesantes, como lo es Raw Materials for a Theory of the Young Girl, e inviten a “googlear” la película Soy Cuba (Mikhail Kalatozov, 1964), de la cual aparece una escena (misma que fue homenajeada por Paul Thomas Anderson en Boogie Nights, 1997). En otras palabras, Soy México sirve bastante bien como preámbulo a la exploración de otras obras con mayor relevancia.

Charla con Christian von Borries y José Elguezabal

Como ya se mencionó, después de la exhibición de la película hubo una breve sesión de preguntas y respuestas con los directores. Los temas abordados incluyen la forma en la que trabajan los cineastas, su pasado como músicos, Soy Cuba y Richard Wagner.

Sobre Richard Wagner

José Elguezabal: “Christian y yo somos músicos. Nos conocimos en Alemania, trabajamos juntos en proyectos musicales. Después él hizo dos películas y yo le propuse venir a México a filmar, a hacer un documental. Como somos músicos la idea también partió de Richard Wagner, en sus diferente fenómenos que existen. A mí me interesaba cómo estaba traducido por diferente grupos en México, a él le interesaba en Alemania, qué significaba la identidad alemana. Y a partir de ahí, llegamos a la conclusión que el momento de ruptura de la alta cultura, de tratar de desplazar al resto, es catalizado y llega al máximo momento con Wagner en América Latina, con muchos ejemplos, diferentes puestas en escena y lo que significa para la gente que escucha a Wagner. Acerca de la imágenes, pues fue un trabajo de edición hecho por él en su gran mayoría, y hay diferentes fragmentos donde todo tiene la idea de Wagner como música de fondo”.

Christian von Borries: “Nos conocemos desde hace mucho tiempo como músicos y hemos hablado sobre México por años. Tuvimos algunas dispuestas porque él, como mexicano, tiene una diferente visión a la mía como foráneo. Siempre hay un choque pero esto trae también cosas positivas. Algo que nos conectó fue la implicación política de la música Wagner.  Los músicos cubanos interpretan a Wagner, esto es parte del soundtrack”.

¿Es una secuela de Mocracy (von Borries, 2012, también parte de Distrital)?

Christian von Borries: “Yo no diría eso. En Mocracy estoy comparando lugares que son mucho más familiares para mí; Alemania y nuevas colonias europeas. Aquí no hablo español. En Mocracy uso mucho material que ya existía, y aquí hay muy poco. Otra cosa diferente es el título, Soy México es una referencia a una vieja película cubana/soviética de los sesenta, que pienso es fantástica”.

José Elguezabal: “Es un homenaje a la secuencia de Soy Cuba, que es en un hotel en La Habana, lo que era Cuba antes: un paraíso de hoteles y de prostitutas. Si la gente se interesa más en esa película, si nos preguntan de donde es esa secuencia, pues claro que sería un punto positivo”.

¿Qué tipo de público debe ver esta película?    

Christian von Borries: “Espero que sea para todos. El filme es diferente el documental tradicional que tal vez puedes ver en televisión. Creo que es importante encontrar otro lenguaje. Soy México trata de establecer un lenguaje diferente, no tiene una narrativa como Boy Meets Girl (Leos Carax, 1984), no sigue a un persona durante un día con la cámara. Creo que es importante establecer un nuevo lenguaje del documental porque en todos nuestros países lo que sucede es la penetración de la televisión. Es como un espectáculo. Si vemos televisión vemos telenovelas mexicanas, una franquicia, la más grande industria. Para mí es crucial la forma en cómo se hace un filme, ya que no puedes decir “edítalo como una telenovela”. No funcionaría. ¿Cómo hacer un nuevo lenguaje? Bueno, estamos tratando”.

Definan Soy México en una palabra

José Elguezabal: “Ciencia ficción, bueno son dos pero van juntas. Agotamiento también podría ser”.

Christian von Borries: “No se puede decir en una sola palabra”.

José Elguezabal: “Cada quien puede poner una palabra. También está escrito en el texto donde hay un espacio en blanco, donde hay un texto anterior pero se deja abierta la idea muchísimo. Cada quien puede poner una palabra ahí también. Es una idea de no apuntar el dedo a alguien, y juzgarlo diciendo “eres tú el que está mal”, porque todos estamos mal a final de cuentas, nadie tiene la razón”.

La industria del cine y el copyright

Christian von Borries: “Los festivales de cine no aceptan producciones de televisión, la fórmula incorrecta. Pero esto también es un gran problema para los cineastas porque no queda claro cómo financiar nuestros filmes. Mucho dinero sale de la televisión. El otro tema es el copyright, porque no puedes hacer un filme de esa manera (la tradicional), no tienes los derechos. Ni siquiera puedo subir Mocracy a YouTube. Ese filme no tiene copyright, bueno, ninguna de mis cintas. Entonces tuve que subir Mocracy a un sitio web ruso. Soy México también será subido al Internet pero probablemente tampoco a YouTube. De alguna forma estamos rodeados por una industria que es un sistema cerrado. YouTube está usando un software de identificación que es muy rápido, detecta todo automáticamente. Todo es privatizado. (Enrique) Peña Nieto va a privatizar todo el país. Empieza con la propiedad intelectual, ¿qué es eso? ¿qué tipo de concepto es ése? Es un concepto demente, que va contra nosotros mismos”.

Por Eric Ortíz (@ElMachoBionico)

*Soy México se exhibe el domingo 9 de junio en Foro El Bicho (21:00 hrs.).

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