Cine de compromiso social. Así describen la mayoría de los críticos a La loi du marché de Stephane Brize después de su proyección como parte de la Selección Oficial del Festival de Cannes. La película no parecer haber causado muchas olas, aunque la actuación de Vincent Lindon (el protagonista de Les Salauds) podría verse recompensada. Hasta el momento las películas francesas en competencia se han quedado cortas. A continuación los comentarios:
Luis Martínez, El Mundo: “La cámara se maneja a distancia de los personajes sin juzgarlos ni conducir la mirada del espectador. Simplemente se mantiene a la altura de los ojos. Cada escena empieza mucho antes de la crisis que la justifica y acaba bastante después de que haya terminado todo. Y es en ese espacio de reflexión antes y después, desde dentro y desde fuera, donde el drama cobra sentido y la película, importancia.”
Fabien Lemercier, Cineuropa: “Asociando perfectamente la aspereza del tema con una mirada siempre benévola hacia las debilidades del ser humano, Stéphane Brizé toma el tiempo de dejar emerger la verdad de las secuencias, explorando con paciencia las reacciones físicas de su personaje en el clima de agresión psicológica permanente e insidioso del sistema económico y de sus mecanismos. Una búsqueda de lo imperceptible que otorga poco a poco una acumulación de sorprendente fuerza en La loi du marché: una obra depurada, sensible y que permanece en la memoria.”
Ángel Quintana, Caimán: Cuadernos de cine: “Partamos de una evidencia. Las películas francesas de la sección oficial no son las mejores películas francesas posibles. Existe una decepción entre dichas películas y otras vistas en secciones paralelas y los nombres de la mayoría de cineastas no merecen demasiada confianza. Stéphane Brizé, director de Mademoiselle Chambon, no es un gran cineasta. En La loi du marché parece que intenta atrapar el prestigio nunca adquirido. Plantea un cierto ejercicio de puesta en escena basada en el peso aislado de la secuencia y su dilatación temporal. Trabaja con un gran actor como Vincent Lyndon y convierte su presencia en omnipresente. Aborda un tema clave como es el de la dictadura de los recursos humanos en el mundo actual. Todos estos elementos parecen abrirle la puerta de acceso a Cannes, pero la sección oficial resulta demasiado grande para la dimensión de la propuesta y la poca autoridad del cineasta.”
Aurellien Allin, Cinema Teaser: “Filmando casi la totalidad de su película en encuadres cerrados y sin ninguna profundidad de campo, Brizé literalmente aplasta a su personaje en la imagen, ofreciéndole al público una experiencia inquietante y en extremo malsana. Imposiblñe salir de esta ley del mercado, donde lo kafkiano se disfraza de pragmatismo. Está por todas partes, en todo el mundo, poniéndonos a todos en contra. La demostración es, en ocasiones, torpe, pero La loi du marché tiene el mérito de portar una mirada frontal y contemporánea sobre nuestra época, en la que se nos quiere empujar a todos a la renuncia.”
Nicolas Bardot, Film de Culte: “La loi du marché tiene numerosas oportunidades para darnos la lección: no lo hará nunca. Hay algo más frío de lo esperado en esta denuncia que se haya en la mirada de un Vincent Lindon impecable y sus cuestionamientos sobre la dignidad. El tratamiento formal es eficaz, aunque carente de personalidad en su registro de cine social con la cámara puesta en primer plano sobre los rostros. Hay, sin embargo, planos que muestran a Thierry (Lindon) aislado de los otros y la cámara encima de él. En este registro, Brizé nos exime de todas las últimas caricaturas de Ken Loach en las que el diálogo social se vuelve una choque bestial de gente agradable y desagradable como en Jimmy’s Hall.”
