¿Cómo le fue a ‘Grace of Monaco’ en Cannes?

Las aperturas en el Festival de Cannes son engañosas, casi un volado. Tan sólo en los últimos años hemos visto pasar a The Great Gatsby, Midnight in Paris, Moonrise Kingdom, Robin Hood, Up, Blindness, My Blueberry Nights, etc., todas con diferentes grados de aceptación entre la crítica especializada y el público. En la edición 67º, el honor de iniciar las actividades recayó en Grace of Monaco, una biopic centrada en la figura de Grace Kelly y un momento turbulento en la vida política del principado.

Si nos atenemos a las primeras reacciones generadas por la película, estamos ante uno de los grandes fracasos del año. La cinta de Olivier Dahan generaba cierto interés gracias a su éxito hace un par de años con un material similar (La vie en rose, 2007) y la inclusión de Nicole Kidman como la princesa/leyenda hollywoodense. Los primeros comentarios apuntan a un pomposo ejercicio de estilo, con una narrativa confusa y una pésima dirección de actores. A continuación les dejamos un resumen de las reacciones:

Diego Batlle de Otros Cines apuntó: “Se entiende y no se entiende que Grace de Mónaco haya sido elegida como apertura de Cannes. Se entiende porque es una ambiciosa superproducción francesa ambientada muy cerca de aquí, porque tiene a una estrella como protagonista (Nicole Kidman) y porque retrata a unos personajes y un tema (la diva de Hollywood Grace Kelly en medio de la realeza con sede en Montecarlo) que en primera instancia parecían muy atractivos. Pero, más allá del imponente despliegue de producción, del indudable glamour de Kidman o de la abundancia de autos de lujo, yates, mansiones, joyas y vestidos que se ven en pantalla (los aportes de Dior o Cartier fueron bien recompensados), a nivel de construcción narrativa la película de Olivier Dahan no supera la medianía de un telefilm de los que abundan por el cable.” Seguir leyendo…

Oliver Lyttelton de The Playlist anotó: “Grace sin duda se ganó su lugar en el salón de la fama de las aperturas de Cannes, pero no en el sentido que presumiblemente querían. Incluso bajo los estándares de las recientes biopics reales W.E. y Diana, se trata de un desastre: rara vez competente, involuntariamente divertida y reprobable en su visión política y su opinión sobre los roles de género. Es improbable olvidarla a toda prisa.” Seguir leyendo…

Peter Bradshaw de The Guardian aseguró: “La película resultante de esta crisis fantásticamente aburrida es como un anuncio de 104 minutos de Chanel, sólo que sin sutileza y profundidad. La Princesa Grace misma es interpretada por Nicole Kidman, que flota alrededor del Palacio con unos características ojos húmedos y labios entreabiertos que la hacen lucir su mirada como Bambi adulto después de un par de cócteles, recordando de pronto la muerte violenta de su madre en el bosque.” Seguir leyendo…

Diego Lerer de Micropsia escribió: “Se trata de la típica biografía hollywoodense de una celebridad, pero contada a partir de un episodio específico o una serie de episodios. Hablada en inglés (los franceses también lo hablan, con acento), con casi todos los personajes explicándose la trama el uno al otro, con diálogos que no superarían la mirada de un profesor de guión de primer año, con bellos paisajes y precisos vestuarios, es la película de alguien a quien parece importarle más los elegantes movimientos de cámara y la preciosista fotografía que cualquier cosa relacionada con lo cinematográfico.” Seguir leyendo…

Richard Corliss de TIME aseguró: “Si sólo la película fuera tan cinematográficamente tensa como las vibraciones a su alrededor. A menudo, tonta, pero nunca vivaz, Grace of Monaco falla, ya sea como un drama aseñorado de la procedente de la BBC o entretenida basura cargada de diálogos. El guión de Arash Amel está repleto de política internacional (el bloqueo de Charles de Gaulle a Mónaco como paraíso fiscal para los ricos franceses) e intrigas palaciegas (alguien al interior es cómplice del presidente francés), pero la película es corta ya sea en visión o en su jugo. Si funciona en absoluto, es debido al compromiso de Kidman como una princesa en una dorada jaula que se siente alejada de sus raíces en Filadelfia, Nueva York y Hollywood y  es rechazada por los aristócratas y los plebeyos del principado.” Seguir leyendo…

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