‘Casa de mi padre’: Cuando forzar el chiste termina por matarlo

Armando Alvarez (Will Ferrell) ha pasado toda su vida en el rancho de su padre (Pedro Armendaríz Jr.), ahí la etiqueta del hijo estúpido, por decir lo menos, ha pesado sobre su cabeza relegándolo a un plano secundario en la familia. El rancho tiene problemas económicos que parecen insalvables. La llegada del millonario hermano menor (Diego Luna), junto a su prometida (Genesís Rodriguez), le dará un respiro, hasta que Armando descubre que su hermanito es el rival del narco más peligroso del país, Onza (Gael García Bernal).

Casa de mi padre (2012) nació como un proyecto que parodiaría a las telenovelas mexicanas –versión telemundo y anexas–, el chilli western y el espíritu de las películas de los Almada.  En teoría, el guión de Andrew Steele llevaba toda la mala leche del mundo, pero como bien apunta mi padre, el humor termina en sangronada, sí bien les va. Aunque hay algunos momentos salvables: los caballos de peluche, el fondo de cartón, las escenografías cargadas de crucifijos, José Luis RodriguezEl Puma” cantando en la boda y algunos otros.

Así, bajo la premisa de que el rídiculo es ley, Casa de mi Padre terminó más emparentada con trabajos como Machete (2010) de Robert Rodriguez; Charrito (1984), Roberto Gómez Bolaños; Esta no es otra tonta película de… –anote usted la terminación que más guste. El cielo es el límite–; o Napoleon Dynamite (2004), Jared Hess, además comparten en el mismo papel de mexicano con pocas habilidades sociales a Efren Ramirez. Y lejos de Piraña 3D (Piranha, 2010) de Alexandre Aja; Del crepúsculo al amanecer (From Dusk Till Dawn, 1996), Robert Rodriguez, también de él Planet Terror (2007); Una guerra de película (Tropic Thunder, 2008), Ben Stiller; Quémese después de leerse (Burn After Reading, 2008), los Coen; o The Naked Gun (1988) con Leslie Nielsen, David Zucker.

En el rango de las actuaciónes Will Ferrell no desentona como mexicano y en general el reparto se nota divertido en el set. Aunque no todos sabían qué estaban haciendo o no entedían qué les pedían, ¿verdad, Sandra Echeverría? La actriz confesó en declaraciones al periódico Record no entender qué le pedía el director, Matt Piedmont, ya que éste le solicitaba actuar de manera más exagerada y ella no encontraba el tono. Acostumbrada a las novelas, no lo dudo.

Para el anecdotario, debo confesar que lo único que había escuchado sobre Génesis Rodríguez, aparte de que es hija de “El Puma”, fue su “problema” sexual con Mauricio Islas. Y al verla en pantalla sólo me quedó una duda: ¿es ese su derrière? Mauricio, sácame de la incertidumbre.

El principal problema es que el humor de Casa de mi padre –por más sárcastica que haya sido su intención– es superado por cualquier capítulo de La Rosa de Guadalupe –cuyo humor involuntario es la verdadera joya de la televisión nacional–, Al diablo con los guapos (2007-2008), Central de abastos (2008) o Gata Salvaje y así hasta los inicios del melodrama telenovelero mexicano. Cuando el humor involuntario y sarcastico es forzado y no sale de forma natural se mata el chiste.

Siempre será mejor no asesinar el chiste.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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