Título Original: Aventura al Centro de la Tierra (1965)

Pregunta por ella como: “En la compra de este disco de Javier Solís dicen que me regalan una película…” o “¿Tiene el video turístico de Cacahuamilpa?”

Valor agregado: Actuación de Columba Domínguez (la Sra. del “Indio Fernández) y un par de palomazos del gran Javier Solís.

Jules Verne nunca visitó Cacahuamilpa…

No es desconocida la particular fascinación que existía en México durante los años 60 por el género de la “ciencia fusión” (como solía decirse), género no sólo popular en el México del “milagro económico”, sino también en los Estados Unidos macarthystas, se ha comentado en infinidad de ensayos académicos sobre el carácter sociológico de la fascinación por el monstruo y el género fantástico, como una somatización de los miedos y ansiedades propias de toda una época, miedos que moran, ya sea alrededor del planeta o en el núcleo de la misma.

Tomando como referente el título de la célebre obra de Jules Verne, Aventura al Centro de la Tierra, uno de los peores directores en la historia del cine mexicano, el Sr. Alfredo B. Crevenna realiza una cinta de aventuras tan emocionante y compleja como la lectura de una edición de Memín Pinguin.

La Eterna Castración: Por querer picar, terminarás picado.

La cinta inicia con una joven pareja que busca un rinconcito en las majestuosas grutas para echarse un taquito de lengua, cuando la reacción de la joven ingenua delata la presencia de la justicia moral misma, la presencia de un extraño ser monstruoso con garras que termina decapitando, con unas uñas que provocarían la envidia de cualquier vedette, al joven caliente, quien recibe un castigo por su intención. El inicio marca la pauta de una cinta que se verá irremediablemente condenada a la repetición de códigos y principios propios de un estilo cinematográfico y narrativo que para ese entonces, contaba ya con 10 años de existencia. La falta de originalidad se vería reforzada con la presencia de una luminaria que ya se apagaba: Javier Solís.

“Además de ser geólogo…canta re bonito.”

Cuando se tiene un pedazo de mierda entre las manos, lo mejor es cubrirla con una patina de diamantina, perfumarla y venderla al primer imbécil que crea que es oro, Crevenna hace esto mismo con la presencia de una figura tan reconocida y elegante como lo es Javier Solís, quien se echa unos palomazos mientras desempolva un par de piedritas. Crevenna aprovecha tan poco la presencia de un notoriamente incomodo Solís dándole un papel de cartón, unidimensional y con apenas unos 25 minutos de presencia. Ay, Javier, si necesitabas lana le hubieras caído con Paco del Gesto.

Maquetas de Primaria y la Exageración del Miedo.

Decir que los niveles de producción de esta cinta son paupérrimos, seria un cumplido. Los supuestos videos de dinosaurios sobre la tierra (ojo con la incongruencia) parecen salidas de un fallido proyecto de ciencia en el que un volcán hecho con plastilina resultó ganador. Lo mismo pasa con una supuesta foto de la bestia que el grupo de exploradores está buscando, siendo algo que debiera inspirar temor, lo único que causa es confusión y comicidad. Monstruos absurdos para un mundo absurdo.

El grupo de exploradores, compuesto entre otros por actores capaces como David Reynoso y José Elias Moreno, se ven reducidos a reproducir papeles de villano de caricatura, siendo el Sr. Reynoso el maloso principal, de esos que se remojan el bigote con chocomilk. Lo mismo sucede con Columba Domínguez y Kitty de Hoyos cuya función principal es fungir y cumplir con la proporción sexista en seriales de aventura: “una por cada 4 hombres”. El protagonismo recae, no en la figura de un humano, sino una especie de precursor del chupacabras.

Salinas… aféitate cabrón!

La historia toma un giro diferente cuando se descubre que la bestia es un remedo del chupacabras que se ha enamorado de Kitty de Hoyos. El diseño de la bestia es una vil tropicalización de aquellos celebres monstruos de las películas de los estudios Unviversal de los años 20, pero este tipo de caracterización no la encuentra uno ni en la Feria de Chapultepec o el ya extinto Parque “Divertido”. La interacción de esta “legendaria” bestia con el grupo de exploradores se ve reducida a unos esporádicos y chapoteros encuentros que enervarían únicamente a un niño de 2 años.

La muerte de la música vernácula al ritmo a go go

Quisiera poder decir que hay algo en el subtexto de Aventura en el Centro de la Tierra, que hay ese elemento redentor que con frecuencia podemos hallar (algunas veces, afuerza) en cada película de nuestro amado botadero, lo cierto es que esta cinta es víctima de su condición propia, el churro por el churro, y a este churro le falta mucha azúcar, el único sabor que pude identificar fue el de una amarga harina mientras oía la magnífica voz de Javier Solís que se perdía en las grutas de Cacahuamilpa. Como bien dice el Profesor al final de la cinta: “esto terminó como empezó”

A Obama no le favorecen los sweaters.

Por JJ Negrete (@jjnegretec)

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