Bandas Sonoras: Hitchcock, el inmortal Inquilino

En punto de las 8 de la noche, cuando las calles comienzan a quedar vacías, cuando la parte oculta de nuestra personalidad comienza a despertar, cerca de 100 personas se reunieron invitados y seducidos por la emblemática figura del Sr. Alfred Hitchcock.

Miradas de alegría, otras de expectación, algunas más de curiosidad eran las constantes antes de que cinco figuras espigadas, todas ellas vestidas de negro y usando sombrero, hicieran acto de aparición para que comenzara la velada. Y al fin, cuando los primeros sonidos emitidos por la viola retumbaron en la sala 5 de The Movie Company, las luces se esfumaron, el espectáculo comenzó.

“Tun, tun, tun” se podía escuchar mientras la primera escena de El Inquilino (The Lodger: A Story of the London Fog) –primer obra de éxito para Hitchcock con notable influencia de expresionismo alemán– se desarrollaba frente a los ojos de los asistentes, aquel “tun, tun, tun” embriagante por su simpleza fue el preludio para lo que serían 75 minutos de misterio.

Soberbios y magníficos son dos calificativos que no alcanzan a describir el encanto que Chocolate Smoke Gang provocó con su participación dentro del ciclo Bandas Sonoras de la Cineteca Nacional.

Con cada acorde el quinteto no hacía más que agrandar la intriga, el miedo y la paz durante el filme que –cabe mencionar– fue un gran éxito y logró ubicar a Hitchcock como un director reconocido. El filme trata acerca de el vengador, un asesino serial que anda suelto en Londres, y cuyas víctimas son siempre rubias. Un misterioso individuo llega a la casa del matrimonio Bunting para rentar una habitación. La hija de los Bunting, Daisy,  es una modelo rubia quien tiene una relación con uno de los detectives asignados al caso. El policía está celoso del inquilino y comienza a sospechar que probablemente es el asesino.

Una excelente organización, excelente sonido, mejor ensamblaje hicieron de este ciclo, quizá, el mejor hasta el momento aunque no se puede dejar de mencionar la notable participación de Los Abominables durante El gabinete del doctor Calligari.

Sin lugar a dudas todos los asistentes disfrutaron de una excelente noche en la que la música y el cine convivieron en armonía para embelesar a todos los presentes sin importar clase social, si son cinéfilos o no.

Por Frida Fernández. Imagen cortesía de Cineteca Nacional.

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