‘Atrapen al gringo’: El violento Mel

Un automóvil es perseguido a toda velocidad cerca de la frontera entre Estados Unidos. Al verse acorralado, el conductor (Mel Gibson) no tendrá otra opción que cruzar temerariamente la frontera buscando disuadir a los policías que le pisan los talones. Aterrizar en suelo mexicano no hará sino agravar sus problemas con la justicia, terminará en la cárcel, una que parece más pueblo que reclusorio. Ahí utilizará su astucia y la compañía de un niño con el que entabla amistad para sobrevivir.

La carrera de Mel Gibson está en un bache estilo Cañon del Sumidero. Y no gracias a que su talento haya decaído, sino a sus declaraciones racistas, las golpizas que propinó a su joven esposa y algunas otras linduras. El año pasado su amiga Jodie Foster trató de ayudar al actor en desgracia con el protagónico de The Beaver, papel interpretado de manera solida por Gibson, pero las heridas aún están muy frescas para ser olvidadas.

La redención quizá le tarde unos años en llegar. De momento Gibson decidió tener un rato de sana diversión en México protagonizando Atrapen al gringo (Get the Gringo, 2012), haciendo lo que mejor sabe hacer: ser violento y socarrón.

Aunque Mel Gibson no dirige, sólo co-escribe el guión, su estilo permea la película. Aquél que lo hizo famoso en cintas franquicias como Mad Max y, sobre todo, Arma Mortal. Esto hace de la película un producto entretenido y sin otro afán que ése. ¿Recuerdan aquel chiste de Los Simpsons dónde Homero y Mel Gibson hacen el remake de El señor Smith va a Washington? La cosa va en el mismo tono: hacer de la violencia algo divertido.

Se nota que tanto actores como equipo de producción están pasando un buen rato. Y varios momentos en la cinta lo ejemplifican, uno de ellos cuando Mel Gibson hace la peor imitación de la historia de Clint Eastwood.

Uno de los puntos fuertes de Atrapen al gringo es el reparto mexicano que participa en la cinta. Algunos de los nombres más fuertes del cine nacional están ahí: Jesús Ochoa, Roberto Sosa, Dolores Heredia, Tenoch Huerta, Gerardo Taracena, Daniel Giménez Cacho, Gustavo Sánchez Parra, Fernando Becerril, entre otros.

Como el villano de la historia, Giménez Cacho demuestra que su rango de actuación es amplísimo y es uno de los mejores actores mexicanos de todos los tiempos. Al mismo tiempo en cartelera lo podemos ver interpretar a El Doctor en Colosio: El Asesinato, sugiero que vean las dos películas y comparen el trabajo del histrión. Digno de aplauso.

Quizá la carrera de Mel Gibson nunca regrese a ser lo que fue. Tampoco es que lo necesite, el dinero que produjo La pasión de Cristo (The Passion of the Christ, 2004) alcanza para un par de vidas. Reírse de sí mismo probablemente sea lo mejor que puede hacer en este momento, eso y sonreír mientras te apunta con un arma.

Por Rafael Paz (@pazespa)

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